El Señor de las Moscas

El Señor de las Moscas Imágenes

La cabeza de cerdo

Uno de los símbolos más importantes y obvios en el Señor de las Moscas es el objeto que le da el nombre a la novela: la cabeza de cerdo. La descripción de Golding de la cabeza de cerdo masacrado en una lanza es muy gráfica y hasta aterrorizante. La cabeza de cerdo es representado como “con ojos borrosos, sonriendo débilmente, sangre ennegrecida entre los dientes,” y la “cosa obscena” está cubierta con una “masa negra sin forma de moscas” que “cosquilleaban bajo sus fosas nasales” (William Golding, Lord of the Flies, New York, Putnam Publishing Group, 1954, p. 137, 138). Como resultado de esta imagen detallada e impresionante, el lector toma consciencia del gran mal y oscuridad representado por el Señor de las Moscas, y cuando Simón comienza a hablar con el aparentemente inánime, diabólico objeto, la fuente de la maldad es revelada. Aunque la conversación puede ser enteramente una alucinación, Simón aprende que la bestia, la cual ha sido temida desde hace mucho tiempo por los demás niños en la isla, no es una fuerza externa. De hecho, la cabeza del cerdo asesinado le dice, “Qué bien pensar que la bestia era algo que podían cazar y matar! ¿Tú lo sabías, no? ¿Soy parte de ti?” (p. 143). Es decir, el mal, encarnado por la cabeza de cerdo, que está causando el decline de la sociedad de los niños en la isla es aquello que está inherentemente presente en el ser humano. Al comienzo de esta escena, el inmenso mal representado por este símbolo poderoso es, una vez más, aparente cuando Simón se marea al mirar dentro de la boca abierta del cerdo y ver “oscuridad adentro, una oscuridad que se esparce” (p. 144).

Cicatriz

En una esquina de la isla, donde el avión que llevaba a los niños probablemente se estrelló hay una “larga cicatriz en la jungla” (p. 1). A pesar de que Golding no incluye muchas descripciones de la cicatriz, la imagen de “troncos rotos” con “bordes puntiagudos” es suficiente para darle al lector una idea de la destrucción causada a la isla (p. 1, 2). Simbólicamente, esta cicatriz representa la destrucción que el hombre es naturalmente capaz de causar y puede ser relacionada al daño que los niños finalmente se causan unos a los otros, incluyendo las muertes de tres niños, antes de ser rescatados.

Máscaras

La degeneración del estilo de vida de los niños también es muy evidente en el uso de máscaras simbólicas. Al estar ocultos por máscaras de barro pintado, los cazadores, especialmente Jack, parecen tener nuevas personalidades ya que se les olvidan los tabúes de la sociedad que una vez los previnieron de dejarse llevar por sus impulsos naturales. Por ejemplo, cuando Jack se pinta la cara por primera vez a su gusto, de pronto se convierte en una persona nueva y salvaje. “Comenzó a bailar y su risa se convirtió en un gruñido sanguinario. Él saltó hacia Bill, y la máscara era una cosa propia, detrás de la cual Jack se escondía, liberado de la vergüenza” (p. 64). Seguramente, Jack no se hubiese comportado así si hubiese estado en la sociedad de la que viene, pero detrás de la máscara de pintura, Jack se siente libre para actuar como un salvaje. También se debe notar que la primera máscara que Jack crea es roja, blanca, y negra. Estos colores arquetípicamente simbolizan violencia, terror, y el mal, respectivamente, y en esta novela Golding utiliza estos colores para ilustrar esas características que están inherentemente presente en los humanos.

Peñón

Finalmente, uno de los símbolos más memorables que es utilizado para mostrar la violencia y la oscuridad que llega a gobernar la vida en la isla es el peñón que Roger desata para matar a Piggy. Como un arquetipo en la literatura, una piedra puede simbolizar fortaleza y poder, y ya que esta roca es roja, también representa la violencia. Es Roger el que se siente fuerte y poderoso mientras se para en el precipicio sobre Piggy. “En lo alto, Roger, con un sentido de abandono delirante, recostó todo su peso sobre la palanca” (p. 180). Cuando la piedra aterriza abajo, no sólo le da a Piggy, sino también rompe la concha. Hasta ese punto, Piggy y la concha habían sido dos de las pocas representaciones de la civilización y el sentido común en la isla. Sin embargo, cuando la roca causa que ambos dejen de existir, todo el orden en la isla desaparece también, y los niños, los cuales no expresan remordimiento por la muerte de Piggy, se han convertido totalmente en salvajes.

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