Cazador (Alegoría)
La alegoría del cazador se usa frecuentemente para referirse al detective, que siguiendo las pistas (el rastro) del criminal (su presa), consigue atraparlo. En este caso se describe la pesquisa de Sherlock Holmes como la de un perro cazador, el sabueso, "en persecución de su presa": "Tan absorto se hallaba por la tarea, que parecía haber olvidado nuestra presencia, estableciendo consigo mismo un diálogo compuesto de un pintoresco conjunto de exclamaciones, gruñidos, susurros y ligeros gritos de triunfo y ánimo, emitidos en ininterrumpida sucesión. Imposible era, frente a parejo espectáculo, no darse a pensar en un sabueso bien entrenado y de pura sangre en persecución de su presa, ora haciendo camino, ora deshaciendo lo andado, anhelante siempre hasta el hallazgo del rastro perdido" (pp. 51-52). Más adelante, Watson usa la metáfora de "sabueso" para referirse nuevamente a Holmes: "Y el sabueso amateur, recostado en su asiento, siguió lanzando trinos" (p. 63). En el mismo sentido, Holmes se refiere así mismo como a un perro, cuando John Rance sospecha de él: "¡No se le ocurra arrestarme por asesinato! -dijo-. Soy de la jauría, no la pieza perseguida" (p. 61). Finalmente se compara a Holmes, Gregson y Lestrade con sabuesos, cuando se empeñan por retener a Jefferson Hope, a quien hacen su "presa": "Maderos y cristales cedieron ante la acometida, mas no había el fugitivo completado aún su propósito cuando Holmes, Lestrade y Gregson hacían de nuevo, al igual que sabuesos, presa en él" (p. 98).
Hope, por su parte, que es literalmente un cazador, también hace una cacería de su persecución a Drebber y Stangerson. También a él se lo compara con un perro de caza: "Fue cediendo cada año lugar al siguiente, y se entreveró su negra cabellera de hebras blancas, mas no cesó aquel sabueso humano en su pesquisa, atento todo al objeto que daba sentido a su vida" (p. 161). La alegoría continúa cuando Hope se entera de que sus perseguidos están en Europa: “de nuevo su odio intenso lo indujo a proseguir la caza” (p. 162). Allí “siguió la pista de sus enemigos” (p. 162), de ciudad en ciudad, “sin dar nunca alcance a su presa” (p. 162), y finalmente, en Londres, dice: “al fin di caza, a mi enemigo y a su cómplice” (p. 167). Por último, Hope, acaba como presa de Holmes, cuando éste logra capturarlo en su departamento en Londres.
Busardos (Símbolo)
Los busardos son aves conocidas por devorar carroña o animales muertos. En la literatura, su presencia suele ser un símbolo de una muerte inminente. En esta novela aparecen en el capítulo 1 de la segunda parte, cuando se describe la agonía de John y Lucy Ferrier en el desierto: "Sobre el azul del cielo, y tan rápidos que semejaban crecer a cada momento, habían aparecido tres pequeños puntos. Concluyeron al cabo por adquirir las trazas de tres poderosas aves pardas, las cuales, luego de describir un círculo sobre las cabezas de los peregrinos, fueron a posarse en unos riscos próximos. Eran busardos, los buitres del Oeste, mensajeros indefectibles de la muerte" (pp. 108-109). Más adelante el narrador los describe como “pájaros macabros” (p. 109). La presencia de los pájaros hace evidente que los personajes están a punto de morir, puesto que estos animales esperan esa oportunidad para devorar su carne. Luego, con la llegada de los peregrinos mormones, los pájaros finalmente se alejan: "La extraña escena tenía lugar ante la mirada de tres solemnes busardos apostados en la visera del peñasco. A la aparición de los recién llegados, dejaron oír un rauco chillido de odio y se descolgaron con sordo batir de alas" (p. 113). De manera que su partida indica que John y Lucy sobrevivirán.
Fanal de abejas (Símbolo)
El fanal de abejas es el símbolo que los mormones han elegido para representar a su comunidad. La abeja es un insecto muy valorado por su laboriosidad y es un símbolo del comportamiento ordenado y atento a su reina y a sus compañeras de la colmena. También simboliza la obediencia, la actividad, la constancia y la prosperidad. En esta novela, el símbolo sirve para reforzar la descripción de los mormones trabajando laboriosamente: "Era una calurosa mañana de junio, y los Santos de los últimos Días se afanaban en su cotidiana tarea al igual que un enjambre de abejas, cuyo fanal habían escogido por emblema y símbolo de la comunidad" (p. 122).
Anillo de bodas (Símbolo)
El anillo de bodas es un símbolo que representa el compromiso asumido por las personas que se casan. Por extensión, el anillo simboliza el matrimonio. En esta novela, Jefferson Hope utiliza el anillo de bodas de Lucy para que Drebber sepa el motivo por el que va a asesinarlo. A Drebber le alcanza con ver el anillo para saber que Hope está vengando la muerte de Lucy, la mujer con quien él se había casado. Por eso Hope sostiene el anillo frente a los ojos de Drebber en el momento en que él está agonizando.
Ancla azul tatuada en el dorso de la mano (Símbolo)
Este símbolo está asociado al mar y a las actividades marinas, por eso muchas veces lo usan los militares navales. Este es el primer elemento que ayuda a Holmes a deducir la profesión de hombre que Watson y él ven caminando por la calle. Holmes deduce que el hombre es un sargento retirado de la Marina. Luego le explica a Watson cómo llegó a su conclusión, partiendo de esa primera señal: "Incluso desde el lado de la calle opuesto a aquel donde se hallaba nuestro hombre, acerté a distinguir un ancla azul de considerable tamaño tatuada sobre el dorso de su mano. Primera señal marinera" (p. 39). El hombre en cuestión, en efecto, había resultado ser "sargento de infantería ligera de la Marina Real" (p. 37).