La barbarie de Sarmiento
Sarmiento asocia la originalidad americana con la barbarie que debe ser eliminada. Por eso considera que es necesario fomentar la inmigración europea para civilizar a la población argentina. Irónicamente, él también le da formas americanas a la civilización cuando realiza una traducción libre de On ne tue point les idées por “a los hombres se degüella: a las ideas, no”. Con sus modificaciones e interpretaciones de la cultura europea, Sarmiento revela que él también está atravesado por la originalidad americana y bárbara.
El gobierno unitario de Rosas
En varias partes del Facundo, Sarmiento señala la ironía de que Rosas pretenda encabezar un gobierno federal –es decir, un gobierno en el que cada provincia conserve cierta autonomía política– cuando, en realidad, todo el poder se concentra en su persona. El escritor considera que la República Argentina ha conseguido la unidad que los unitarios buscaban con el terror que impusieron Facundo y Rosas. Pero se trat de una unidad en la barbarie, de la que será necesario eliminar al “tirano” para que el país progrese.
En el código gaucho, la víctima es el victimario
En el código social de la campaña, cuando los gauchos se enfrentan a cuchillo no lo hacen con la intensión de matar, sino de medir su valor marcando al otro. Si se produce un asesinato, el que cae en desgracia y obtiene la compasión de su entorno no es la víctima, sino el victimario. Sarmiento plantea la ironía de esta ética bárbara que sostiene en el poder a los caudillos como Rosas, quien permitía, de hecho, que en su hacienda se refugiaran asesinos pero no ladrones.
Los federales atribuyen a los unitarios características que les son propias
Los gritos en contra de los unitarios que Rosas impone como lemas de su gobierno hacen uso de adjetivos como “salvajes”, “impíos” e “inmundos”. Todas estas agresiones verbales son, para el escritor, irónicas: los que son salvajes, inmundos e impíos, desde la perspectiva de Sarmiento, son Rosas y sus seguidores, no los “civilizados” unitarios.