Sócrates
Es el orador, y la persona a la que se enjuicia. Fue un filósofo e indagó acerca de la vida, acciones y costumbres de la gente. Esto exasperó a la gente de la ciudad por lo que fue finalmente enjuiciado. Menciona que es deseo de los dioses, según dijo un oráculo, que se dedique a la filosofía y que debe hacerlo no importa qué. Por lo tanto, se niega a desistir de su deber y se le castiga con la pena de muerte.
Meleto
Meleto es una de las personas que atacaron a Sócrates y está más que dispuesto a llevar a cualquiera ante los tribunales por cualquier motivo. Criticó fuertemente a Sócrates en nombre de los poetas. Sin embargo, Sócrates le hace parecer como un tonto en los tribunales demostrando al jurado que Meleto se contradice a sí mismo repetidamente y no tiene base para sus ataques.
Anito
Anito se unió a Meleto en sus ataques a Sócrates. Le atacó en nombre de los profesionales. Sin los votos obtenidos por Anito y Licón, Meleto nunca habría ganado el juicio. Sin embargo, Sócrates cree que sería declarado culpable por la opinión negativa que el público en general tenía de él y no como consecuencia de los ataques de estas personas.
Licón
Licón se unió a Meleto en atacar a Sócrates. Le atacó en nombre de los oradores. Sin los votos obtenidos por Anito y Licón, Meleto nunca habría ganado el juicio.
Gorgias de Leontinos
Era un maestro de la retórica. Se asemejan a los sofistas en su forma de viajar, en sus demostraciones públicas de arte y en que cobraba dinero por lecciones particulares, y por esto, Sócrates se refiere a él como un maestro.
Pródico de Ceos
Pródico era un experto en idiomas. Sócrates asistió a un curso con él, y se asoció con él. En el contexto del libro, Sócrates se refiere a él como un gran maestro.
Hipias de Élide
Un erudito, fue también mencionado por Sócrates como un influyente maestro.
Calias
Calias heredó una gran fortuna de su padre, Hipónico, y la gastó completamente pagando los honorarios de los sofistas. Afirmó categóricamente que Eveno de Paros era el mejor filósofo y maestro del que disponía la humanidad y dijo que enviaría a sus dos hijos con él para su educación.
Hipónico
El padre de Calias.
Eveno de Paros
Un sofista, Calias se refirió a él como el mejor maestro. Cobraba a la gente 500 dracmas.
Querefonte
Uno de los amigos de la infancia de Sócrates. Fue a Delfos y le preguntó quién era la persona más sabia y el oráculo le respondió que era Sócrates.
Delfos
Un oráculo
Hijo de Tetis
Uno de los héroes que murieron en Troya. Sócrates lo utiliza como ejemplo para mostrar que la muerte no debe ser temida y no es el mayor mal posible. Sabía que si mataba a Héctor él moriría, pero a pesar de eso lo mató con el fin de vengar a su amigo Patroclo.
Héctor
La persona a la que quiere matar el hijo de Tetis con el fin de vengar a su amigo Patroclo.
Patroclo
La persona a la cual quería vengar el hijo de Tetis. El hijo de Tetis estaba dispuesto a morir para vengar a esta persona, en lugar de vivir en deshonra.
Antióquide
Una tribu que estaba gobernando cuando Sócrates formaba parte del Consejo. Miembros de la tribu eran seleccionados por sorteo para cumplir con sus obligaciones y cada tribu se desempeñaba como presidente durante un mes. Esta tribu quería juzgar a la gente en bloque, sin embargo, esto era ilegal y Sócrates se opuso a ello.
Aristófanes
Un famoso dramaturgo y filósofo que escribió una obra de teatro, Las Nubes, criticando a Sócrates y le describía como una persona que pensaba que estaba por encima de todo el mundo y que caminaba en las nubes.
Platón
Un estudiante de Sócrates que se convirtió en un famoso filósofo y autor de este libro. Él y sus tres amigos, ofrecieron 3000 dracmas para conmutar la pena impuesta a Sócrates.
Critón
Uno de los amigos de Sócrates, que junto con otros tres amigos, ofreció dinero para ayudar a que Sócrates pagara la multa en lugar de ser ejecutado.
Critóbulo
Uno de los amigos de Sócrates, que ofreció dinero para ayudar a Sócrates a pagar la multa como sanción, en lugar de ser ejecutado.
Apolodoro
Uno de los amigos de Sócrates, que ofreció dinero para ayudar a Sócrates a pagar la multa como sanción, en lugar de ser ejecutado.