El tinglado / el teatro
Al iniciar la obra, un tinglado emerge en el jardín y se enfrenta a la vista de espectadores y personajes. Tréplev mismo observa el escenario y lo describe, presentando así una imagen visual del teatro y sus elementos: "Aquí tienes el teatro. El telón, luego el primer bastidor, después el segundo y más allá el vacío. Ningún decorado" (Acto I, p.13).
Las flores
Trigorin intenta explicar a Nina el padecimiento y sensación de sacrificio inherentes al oficio de la escritura. Para ello, recurre a una metáfora que toma imágenes de la naturaleza: "siento que devoro mi propia vida, que para hacer la miel que luego doy a desconocidos, recojo el polen de mis mejores flores, arranco estas mismas flores y pisoteo sus raíces”(Acto II, p.38-39). El escritor ilustra su sentimiento recurriendo a una imagen sensorial, táctil -"arranca" y "pisotea las raíces" de las flores- que expresa la violencia del proceso literario.