El Viajero en el Tiempo
El Viajero en el Tiempo es un personaje valiente y aventurero que no se deja intimidar por los riesgos que conlleva viajar en el tiempo. Es un científico e inventor, curioso por aprender más sobre el mundo y el universo. El viajero en el tiempo también es optimista y cree que, con suficientes conocimientos y determinación, puede superar cualquier obstáculo. Es un líder, que toma las riendas en momentos de peligro e inspira a los demás para que sigan su ejemplo. Está dispuesto a arriesgarse y explorar lo desconocido, incluso cuando sus invitados se muestran escépticos ante sus teorías. También demuestra un gran valor al rescatar a Weena de los Morlocks y al luchar contra ellos. También es ingenioso, ya que utiliza sus conocimientos y los objetos que le rodean para fabricar una antorcha y un arma. También es leal y cariñoso, como demuestra su devoción por Weena y su voluntad de arriesgar su propia vida para salvarla. El Viajero del Tiempo es un personaje emblemático de la literatura, que representa el espíritu de exploración y el valor humano.
Weena
Weena es una Eloi, una criatura de aspecto humano que vive en el futuro y que es salvada por el Viajero del Tiempo. Es pequeña, infantil y débil, física y mentalmente. Desarrolla un fuerte vínculo con él y le sigue a todas partes. Weena es retratada como un ser dulce e inocente que depende de la protección del Viajero del Tiempo. Le es fiel y está dispuesta a arriesgar su seguridad para ayudarle. Weena es también un ejemplo del comentario social de Wells sobre la falta de atención a los débiles e indefensos en el mundo. A través de su personaje, Wells critica a la sociedad de su tiempo y advierte a los lectores de las consecuencias de ignorar las necesidades de los más vulnerables. Weena es un símbolo de inocencia y esperanza en la novela, y su presencia aporta alegría y belleza a un futuro que, de otro modo, sería sombrío.
El narrador
El narrador de la novela se presenta como un hombre culto de clase alta que asiste a una cena ofrecida por el Viajero del Tiempo. Es curioso y de mente abierta, y está dispuesto a considerar la posibilidad de las teorías del Viajero del Tiempo, aunque al principio se muestra escéptico. A lo largo de la novela, el narrador permanece como observador, escuchando la increíble historia del Viajero del Tiempo y siendo testigo de su desaparición, pero sin participar nunca en la acción. Es un observador del increíble viaje del Viajero del Tiempo y sirve como narrador fiable que ayuda a dar forma a la narración y a transmitir la historia al lector. La incredulidad y el asombro del narrador ante la historia del Viajero del Tiempo sirven como punto de vista del lector y contribuyen a crear una sensación de asombro y expectación.
Morlocks
Los Morlocks se presentan en el libro como una raza de criaturas simiescas y subterráneas que descienden de los humanos. Se les describe como astutos y peligrosos, y desempeñan un papel importante en la narración. El narrador se encuentra con ellos en el futuro, y se oponen activamente al protagonista. Los Morlocks viven bajo tierra y se ocupan de la maquinaria que mantiene vivos a los Eloi. Capturan al protagonista y a la compañera Eloi, e intentan atrapar y capturar al Viajero del Tiempo. También son ahuyentados por un incendio forestal provocado por el Viajero del Tiempo. Los Morlocks representan, pues, una fuerza siniestra a la que hay que enfrentarse en la narración, y constituyen una fuente de conflicto y peligro. La presencia de los Morlocks en la novela sirve para crear tensión y suspense, y su papel en la historia contribuye en última instancia a impulsar la narración.
Los invitados
Los invitados a la cena de La máquina del tiempo, de H.G. Wells, son, en su mayoría, personas cultas de clase alta intrigadas por la teoría del viaje en el tiempo del Viajero del Tiempo. Al principio se muestran escépticos ante las afirmaciones del Viajero, pero se vuelven aún más escépticos cuando este regresa de su viaje al futuro y relata sus aventuras. A pesar de las súplicas de ayuda del Viajero, los invitados tienen demasiado miedo para ayudarle a abrir la misteriosa esfinge blanca en la que está escondida su máquina del tiempo. Tampoco están dispuestos a creer su historia y se niegan a aceptar la posibilidad de que el viaje en el tiempo sea posible. En definitiva, los invitados son retratados como personas de mente cerrada y temerosas, reacias a aceptar la posibilidad de algo nuevo y desconocido.
