El libro se centra en la historia de América Latina durante los últimos cinco siglos, cuando las diferentes naciones imperialistas comenzaron a aprovecharse de sus recursos naturales. Galeano escribió el libro para abordar las dictaduras patrocinadas por Estados Unidos que se extendieron por varios países de Sudamérica a fin de garantizar esta explotación. Opta por ahondar en la historia latinoamericana desde la colonización española hasta el imperialismo moderno de Estados Unidos. Tras el fin de la explotación europea y de la esclavitud durante siglos, los países se transformaron en el siglo XX al influir Estados Unidos en los ámbitos político, económico y social.
Galeano comienza abordando el asentamiento europeo en América Latina que desplazaron con violencia las poblaciones indígenas. Los recursos naturales, como el petróleo, el caucho, el oro, la plata y otros metales, atrajeron a los extranjeros para colonizar a los indígenas. El autor ilustra la explotación de la tierra mediante la minería y el agotamiento de los recursos que sirvieron para el desarrollo de las naciones extranjeras. En lugar de trabajar la tierra ellos mismos, convirtieron a los indígenas en esclavos para producir cultivos comerciales como el café y el azúcar. Además, la introducción de trabajos forzados, las enfermedades y la violencia contra los nativos perjudicaron el modo de vida pacífico. Finalmente, las revoluciones consiguieron descolonizar las naciones del dominio de los colonos europeos.
Sin embargo, en el siglo XX, Estados Unidos se interesó por la economía y la política latinoamericanas. Las corporaciones estadounidenses crecieron en número dentro de las naciones a medida que los gobiernos y los militares fomentaban su participación. Los Estados Unidos seguirían explotando a las naciones para el progreso económico de sus empresas mientras agotaban los recursos. A través del capitalismo moderno y de organizaciones como el FMI, hicieron que los países dependieran de EEUU. Manipularon los términos del comercio y del mercado para asegurar la sumisión de los gobiernos latinoamericanos.
Mediante el terror y la represión política, las campañas en América Latina respaldadas por EEUU paralizaron las operaciones de la izquierda. Las dictaduras militares erradicaron la influencia de los revolucionarios que interferían con sus negociaciones con el país. Galeano concluye el libro afirmando que la represión continúa en la actualidad, pero el espíritu revolucionario de los pueblos da esperanza.