Colonizadores españoles
El carácter de los colonizadores españoles en el libro es de violencia y explotación. Galeano traza un sombrío retrato de la conquista española de América Latina, donde llevaron la violencia, las enfermedades y el trabajo forzado a los nativos de la región. En su búsqueda de oro y plata, impusieron un monocultivo de azúcar y café, y con el tiempo explotaron otros recursos como el estaño y el petróleo. Los españoles también sentaron las bases para que Estados Unidos y otros países occidentales se convirtieran en la figura más dominante de la producción de la región, lo que les permitió ejercer políticas proteccionistas para sí mismos. A través de sus reflexiones en la Parte 3, Galeano hace un llamamiento a una revolución social liderada por los pueblos marginados de América Latina para derrocar a sus amos y provocar el tan necesario cambio estructural.
Figuras extranjeras británicas
Las figuras extranjeras británicas de la novela son retratadas como poderosas y explotadoras. Galeano describe cómo los británicos fueron de los primeros europeos en llegar a Latinoamérica y cómo se sintieron atraídos por la abundancia de oro y plata de la región. Fueron unos de los colonizadores más activos, recurriendo a la violencia y al trabajo forzado para extraer recursos de los nativos. Además, los británicos formaban parte de las potencias coloniales europeas que establecieron redes comerciales, monocultivos y otras formas de explotación económica en la región. Con sus acciones, consiguieron una inmensa riqueza y poder, al tiempo que perpetuaban los ciclos de pobreza y desigualdad que aún existen en América Latina.
Pueblos indígenas de América Latina
El carácter de los pueblos indígenas de América Latina es de resistencia y esperanza. A lo largo del libro, Galeano describe a un pueblo que ha sido continuamente oprimido y explotado por potencias extranjeras, pero que nunca ha dejado de luchar. Esboza el retrato de un pueblo que ha resistido a la violencia, las enfermedades y los trabajos forzados que trajeron los españoles y otros países europeos, y que ha seguido resistiendo al control cada vez mayor de Estados Unidos sobre los recursos de la región. A pesar de las crecientes desigualdades sociales y económicas, Galeano mantiene la esperanza de que existan suficientes ejemplos a lo largo de la historia de resistencia liderada por los pueblos marginados de la región para fomentar futuros cambios estructurales. Esta esperanza sirve como recordatorio de que, incluso ante la angustia, los pueblos originarios de América Latina seguirán luchando por la libertad y la justicia.
Figuras extranjeras de EEUU
Estados Unidos aparece en Las venas abiertas de América Latina como una figura extranjera con un inmenso poder y control sobre los recursos latinoamericanos. Desde el momento en que Estados Unidos tomó el relevo de los europeos como principal país occidental en la región, su política exterior se ha caracterizado por el proteccionismo para sí mismo y el manejo del FMI y el Banco Mundial para mantener a los países latinoamericanos económicamente dependientes de Estados Unidos. Esto se ha traducido en la continua explotación de los recursos latinoamericanos en beneficio de Estados Unidos y ha agravado las desigualdades sociales y económicas que sufren los pueblos marginados de la región. A pesar de ello, Galeano mantiene la esperanza de que la resistencia de los pueblos de la región pueda conducir en el futuro a un cambio estructural y a una revolución social.
Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial
En el libro, el Fondo Monetario Internacional es sinónimo de poder y control. Galeano describe claramente cómo el FMI y el Banco Mundial, ambos controlados en gran medida por Estados Unidos, han utilizado su influencia para mantener a los países latinoamericanos económicamente dependientes de Estados Unidos. Este poder ha permitido a EE.UU. ejercer políticas proteccionistas para sí mismo, dejando a los países latinoamericanos con poco o ningún control sobre sus propias economías. Además, la reflexión de Galeano sobre la situación política y económica de América Latina en la tercera parte del libro pinta un panorama aún más sombrío del poder del FMI en la región, mostrando cómo a pesar de las crecientes desigualdades sociales y económicas, EE.UU. sigue ejerciendo el poder del FMI y del Banco Mundial para mantener la dependencia de los países latinoamericanos.
