William Blake es considerado uno de los poetas más importantes de la literatura inglesa. Su obra está compuesta por veinte libros que se dividen entre “iluminados” y “no iluminados”. Se denomina “iluminados” a aquellos que el poeta acompañó con ilustraciones e imprimió utilizando la técnica de grabado en relieve. De sus veinte obras, cinco son no iluminadas y quince, iluminadas.
Si bien hoy nadie pone en duda su genialidad, Blake no tuvo reconocimiento alguno en vida. Su poesía exaltada, que privilegiaba a la imaginación por sobre la razón y expresaba fascinación por lo sublime no fue comprendida en su tiempo. Blake publica sus primeros poemarios entre 1783 y 1800. Por entonces, en Inglaterra, la Ilustración, un movimiento artístico plenamente racional, dominaba la escena. William Blake era considerado un excéntrico e, incluso, un loco. En 1798, Samuel Taylor Coleridge y William Wordsworth publican Baladas líricas, con otros poemas, una obra que comparte varias características con los poemarios ya existentes de Blake. Baladas líricas… es acogido casi de inmediato por la crítica, marcando la llegada del Romanticismo a la literatura inglesa. Las obras de Blake, sin embargo, pasarán desapercibidas hasta la década de 1860, cuando el Romanticismo, ya devenido en el movimiento artístico más importante del siglo XIX, descubre que sus características más sobresalientes están avizoradas en los poemas y las pinturas de aquel “excéntrico” artista.
Parte de la crítica afirma entonces que William Blake es un autor prerromántico. Argumentan que su estilo prefiguró el Romanticismo, pero que él no formó parte de dicho movimiento. Otra parte de la crítica, por el contrario, afirma que carece de sentido considerar a Blake un prerromántico, ya que su obra encaja perfectamente dentro del canon romántico, y simplemente postula que fue un adelantado a su época.
Entre sus poemarios más importantes cabe destacar: Esbozos poéticos (1783), Canciones de inocencia (1789), El libro de Thel (1789), El matrimonio del cielo y el infierno (1793), América: una profecía (1793), El primer libro de Urizen (1794), Las visiones de las hijas de Albión (1793), Cantares de experiencia (1794) y Jerusalén (1820).
Hoy, a casi doscientos cincuenta años de su muerte, la obra tanto poética como pictórica de William Blake continúa influyendo a artistas de diferentes esferas. En la música, cabe destacar a la cantante de rock Patti Smith, quien ha grabado una canción basada en el poema “El tigre” de Blake; y al compositor clásico Benjamin Britten, quien, en 1965, compuso una ópera llamada Canciones y proverbios de William Blake. En pintura, G. F. Watts, Alexander Gilchrist y Cecil Collins son algunos de los artistas más destacados que se han inspirado en el estilo y la temática de Blake. En literatura, entre los muchísimos grandes escritores que han declarado su admiración por Blake, cabe destacar a Philip Dick y Jorge Luis Borges. Por su parte, el importante periódico inglés The Guardian ha afirmado que la obra poética y pictórica de William Blake lo consagran como el mayor artista que Gran Bretaña haya producido en toda su historia.