Sab Elementos Literarios

Novela

Puerto Príncipe/Cubitas; Cuba. Siglo XIX.

Narradora omnisciente, en tercera persona. Se enfoca, sobre todo, en el punto de vista de Sab y en el de Carlota, aunque también adopta por momentos el de Teresa y el de Enrique.

Romántico, nostálgico; por momentos de resignación, por momentos de esperanza.

Sab es el protagonista de la historia. La esclavitud y los hombres que la sostienen son su mayor antagonista.

Sab ama profundamente a Carlota, pero por su condición de esclavo no puede confesar su pasión.

El momento de clímax es aquel en el que Sab decide dar el dinero de su premio a Carlota para que así tenga una dote que le permite casarse con quien ella quiere, que es Enrique. Corriendo a caballo, alcanza a Enrique para transmitirle el deseo de Carlos de B..., que es que se case inmediatamente con Carlota, para poder cuidarla, ya que él debe ausentarse para cuidar a su otro hijo. Esta carrera supone la muerte del caballo de Sab. Además, el esfuerzo y la confirmación de la triste noticia del casamiento colapsan también el cuerpo de Sab.

A lo largo de la novela se nos muestra repetidas veces que Sab está resignado a su suerte. En ningún momento se le cruza por la cabeza confesar su amor a Carlota. Él sabe que eso sería un imposible y también sabe que la pasión lo está consumiendo por dentro. Sumido en una sensación de profunda injusticia, decide siempre velar por Carlota antes que por sí mismo. Cuando habla con Teresa, varias veces refiere a que pronto morirá. De hecho, Teresa teme que cometa suicidio.

Como atenuación al sufrimiento de Sab, encontramos los gestos dulces y compasivos de Carlota. Sus pensamientos sobre la Conquista y las injusticias cometidas tranquilizan el alma de Sab. Él sabe que su alma y la de ella son parecidas, si bien no pueden estar juntas. Pero lo consuela el saber que ella es pura y generosa.

Las alusiones más directas son a la esclavitud; la conquista española de América; los casamientos arreglados por dinero; la miseria y enfermedad en las clases sociales más bajas.
Al mismo tiempo, encontramos una alusión a la igualdad entre las personas a través del carácter de Sab, quien siendo un esclavo mulato no ha mostrado, por supuesto, menos disposición que cualquier otra persona al arte, la contemplación o la reflexión, así como a la valoración de la belleza y al respeto por la pureza y la inocencia.

La mayor imaginería que despliega la novela gira en torno a la pasión oculta y a la injustica social que impide su confesión. Si acaso Carlota estuviera en condiciones de mirar más allá de su extracción social, podría ver a Sab, a sus atenciones y gestos como mucho más que la simple y descarnada obediencia de un esclavo.

"¡Dios mío! ¿Se padece tanto siempre que se ama? ¿Aman y padecen del mismo modo todos los corazones o has depositado en el mío un germen más fecundo de afectos y dolores?".
Carlota se pregunta en el momento en que sufre por Enrique cómo puede ser que ambos sentimientos contradictorios se sientan al mismo tiempo.

"Sab seguía de cerca a Carlota y contemplaba alternativamente al campo y a la doncella, como si los comparase: había en efecto cierta armonía entre aquella naturaleza y aquella mujer, ambas tan jóvenes y tan hermosas".
Sab expone un paralelismo entre Carlota y la naturaleza, por la armonía y la belleza de ambas.

"También era madre tuya, Teresa, pues como tal te amaba: ¡aquella alma era toda ternura!". ('Alma' por 'persona').

"El destino parecía haberla colocado junto a Carlota para hacerla conocer por medio de un triste cotejo, toda la infelicidad y desgracia de su posición". (El destino con cualidades humanas).
"Pero la fortuna, burlándose de los cálculos del codicioso inglés, había trastornado en este corto tiempo todas sus esperanzas y especulaciones". (La fortuna con cualidades humanas como 'burlarse').