La primera sección es una presentación del personaje principal, Sab, y de su amo, Don Carlos. A continuación se cuenta la historia de amor entre Sab y Carlota, la hija del amo. Más adelante, sigue su relación secreta y sus consecuencias. La siguiente parte trata de la boda entre Carlota y Enrique Otway, a la que Sab asiste a regañadientes. A continuación, se narra la muerte de Sab y sus consecuencias.
En esta novela, Gómez de Avellaneda utiliza muchos de los mismos elementos que se empleaban en las novelas sobre plantaciones del siglo XIX, como la idea del noble salvaje y del mulato apasionado. Sin embargo, el autor también añade un nuevo elemento a la novela, que es una crítica al propio sistema esclavista. Sab es un personaje noble que acaba siendo destruido por la institución de la esclavitud. Al utilizar a Sab como símbolo de los efectos destructivos de la esclavitud, Gómez de Avellaneda puede criticar la institución de una forma que no era posible durante el siglo XIX.
Por lo tanto, la narración examina los efectos de los prejuicios raciales y la esclavitud en la vida de Sab. Gómez de Avellaneda muestra claramente la doble moral que existía en la sociedad cubana de la época. Sab es un esclavo y, en consecuencia, está sujeto a las mismas restricciones y normas que los demás esclavos. Sin embargo, debido a su raza y género, Sab recibe un trato diferente al de los demás esclavos. Se espera de él que actúe con un mayor grado de dignidad y respeto que los demás esclavos y se le castiga severamente cuando transgrede estas expectativas. Este doble rasero sirve para poner de relieve la injusticia del sistema esclavista y el modo en que perpetúa las construcciones sociales.
La novela ahonda en la importancia de las relaciones humanas y en los efectos del racismo y el sexismo en la sociedad. Es una importante contribución al movimiento antiesclavista y pone de relieve la desigualdad y la inhumanidad de la esclavitud.