Salmo XVII (“Miré los muros de la patria mía”)

Salmo XVII (“Miré los muros de la patria mía”) Elementos Literarios

Altavoz o Narrador, y Punto de Vista

Yo poético.

Forma y Medidor

Soneto.

Metáforas y Símiles

En el tercer verso del primer cuarteto, el yo poético utiliza la metáfora "de la carrera de la edad cansados" para hacer referencia al paso del tiempo.

Aliteración y Asonancia

N/A

Irony

N/A

Genero

Poesía (Soneto).

Ajuste

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Tone

Introspectivo.

Protagonista y Antagonista

El protagonista es el yo poético de Francisco de Quevedo. Podemos interpretar que la muerte es su antagonista.

Conflicto Principal

El tiempo pasa, lo deteriora todo y hace que la muerte se vuelva inminente.

Climax

En los versos finales del soneto, el yo poético advierte que, sin importar hacia dónde mire, solo ve avisos de muerte.

Presagio

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Atenuación

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Alusiones

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Metonimia y Sinecdoque

En el segundo verso del último terceto encontramos un ejemplo de metonimia: "y no hallé cosa en que poner los ojos". En este verso, Quevedo utiliza la expresión "poner los ojos" para referirse a la acción de "mirar".

Personificación

El "Salmo XVII" está plagado de personificaciones. En el primer cuarteto, el yo poético le atribuye a los muros de su patria la capacidad de estar cansados, un atributo humano ("Miré los muros de la patria mía (...) de la carrera de la edad cansados" (vv. I-III). Luego, en el segundo cuarteto, personifica el sol, atribuyéndole la capacidad de beber: "Salime al campo: vi que el sol bebía / los arroyos del hielo desatados" (vv. V-VI).

Hyperbole

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Onomatopoeia

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