El "Salmo XVII" se puede dividir en dos partes. En los dos cuartetos iniciales, el poeta reflexiona sobre los efectos del paso del tiempo en el mundo exterior: en la primera estrofa analiza el deterioro que percibe en la ciudad, y en la segunda estrofa aborda el que ve en la naturaleza. Luego, en los dos tercetos finales, el yo poético propone una transición de lo exterior a lo interior: en el primer terceto habla de la decadencia de su casa, y en el segundo y último terceto el poeta propone una mirada íntima sobre sí mismo.