El peregrino
El protagonista de Soledades no tiene un carácter definido. Durante toda la obra se comporta como un mero observador que se fascina al descubrir el modo de vida de los campesinos. Sus emociones aparecen ligadas a su pasado; más precisamente, al dolor que le generó y le sigue generando el desamor y el rechazo de su amada. Por su ropa, aún raída por el naufragio, se deduce que pertenece a la nobleza, aunque no se obtienen más detalles al respecto.
Los cabreros
Los cabreros son personas que viven modestamente y con felicidad. Reciben con amabilidad al peregrino, le dan alimento y un lugar donde dormir.
Las serranas
Las serranas se describen como mujeres sensuales, pero recatadas. Son alegres y disfrutan enormemente de la naturaleza.
El viejo serrano
El viejo serrano se describe como un hombre gruñón, pero feliz. En el pasado fue soldado. Considera que la navegación solo trae desgracias a las personas. Uno de sus hijos murió en un naufragio.
La novia
La novia de la boda, a la que asiste el peregrino, se describe como una mujer bella y modesta.
El novio
El único detalle que conocemos sobre el novio de la boda es que tiene dinero gracias a su trabajo en el campo.
El viejo pescador
El viejo pescador es un hombre humilde que vive feliz en la isla, dedicándose a la pesca y al cuidado de sus animales. Se muestra orgulloso de sus hijos, también pescadores, y de sus seis hijas.
Lícidas y Micón
Se trata de dos pescadores que pretenden casarse con Leucipe y Cloris, las hijas del viejo pescador. De ellos se dice que poseen una gran hermosura y que desean vivir para siempre en la isla, sin ir más allá de sus confines.
El príncipe
El príncipe es el líder de los cetreros. Pese a ser un hombre noble y poseer una gran casa de campo, es humilde y modesto.