Confort costero (imagen visual y olfativa)
"Estaría sentada en su columpio de mimbre mirando al mar, y olería a sal y a agua de violetas. Habría gaviotas y cangrejos en la orilla del mar. Acariciaría mis mejillas con sus manos frías, y cantaría silenciosamente en mis oídos."
Las imágenes describen el anhelo de Pilar de vivir una escena reconfortante con su abuela. Describe una imagen vívida de un entorno sereno e idílico. Imagina estar con su abuela en un momento de tranquilidad junto al mar. Esta imagen contrasta con la desilusión y la angustia actuales de Pilar. Destaca su deseo de escapar de las complejidades de su vida actual y encontrar consuelo en la serenidad del mar.
Ritual para blanquear la piel (imagen visual y olfativa)
"Celia sabía que Ofelia se reunía con su madre frente al tocador de ésta, y que allí se sentaban sobre sus huesudos traseros a embadurnar sus caras morenas y arrugadas con una crema blanqueadora. Berta Arango del Pino se dejaba la pasta puesta toda la noche para borrar cualquier evidencia de sangre mulata. Le había tomado además el gusto a la ausente, y despedía un ligero olor a licor. Por las mañanas, sus mejillas y su frente amanecían quemadas por la decoloración y por el poderoso licor."
Las imágenes de Berta Arango del Pino y su hija, Ofelia, realizando una práctica ritual. Berta y Ofelia se sientan juntas untándose la cara con una crema blanqueadora para borrar los rastros de su herencia mulata. La crema les decolora las mejillas y la frente. La escena capta el desesperado intento de ajustarse a los cánones de belleza de la sociedad. También pone de relieve los efectos nocivos del racismo interiorizado y la presión por conseguir un tono de piel más claro.
Escapar de colores (imagen visual y táctil)
"Los colores se escapan también de sus objetos. Los rojos flotan sobre los claveles de su alféizar. Los azules se levantan de los azulejos desportillados de la cocina. Hasta los verdes, sus matices favoritos de verde, huyen de los árboles y la asaltan con su luminosidad. Nada es sólido hasta que ella lo toca. Felicia culpa al sol por las falsas sombras que proyecta en su casa, y cierra herméticamente los postigos para evitar los rayos enemigos."
Este pasaje describe la lucha de Felicia con las alucinaciones y las percepciones distorsionadas de la realidad. Los colores parecen desprenderse de sus objetos habituales y emanar de diversas fuentes. Además, nada parece sólido hasta que ella lo toca físicamente. Atribuye estas sensaciones al sol, que la obliga a cerrar las persianas. Estas imágenes permiten comprender el estado mental de Felicia. También describe su visión surrealista y desorientada del mundo que la rodea.
Caos de huevos (imagen visual)
"Había un pastel glaseado y sombreros de cucurucho que habíamos hecho en casa. Mamá llevaba puesta una capa satinada, se había pintado destellos brillantes en la cara y nos hizo trucos de magia. Sacaba sortijas de detrás de nuestras orejas y arañas de goma de un cuenco en el que flotaban gardenias. Del techo colgaba una piñata en forma de burro con ojos de botones. Mamá me vendió los ojos y me dio una escoba. Al principio di vueltas a lo loco, atizando escobazos a Manolo Colón, el empollón de la clase, un niño tímido al que yo le gustaba."
Las imágenes ilustran una caótica pero memorable fiesta de cumpleaños del protagonista y su hermana. La celebración fue vibrante y contó con varios objetos decorativos y trucos de magia. La piñata provoca el caos cuando los niños la rompen alegremente. Todo culmina en un desorden jubiloso que deja a todos cubiertos de yema de huevo.
