Violencia como motivo
En esta novela, la violencia queda fundamentalmente enmarcada en las relaciones intrafamiliares. Esto lo podemos ver, sobre todo, en el modo cruel en que los hombres tratan a las mujeres en general.
Asimismo, encontramos en la representación de Cuba un espacio paradójico. Por un lado, esta isla es vista como el lugar idílico en que toda justicia sería posible. Sin embargo, la novela también retrata la violencia que hay detrás del régimen revolucionario. Algunas de las personas nativas de Cuba buscan emigrar a Estados Unidos, en busca de trabajo.
Celia como símbolo
El personaje de Celia funciona en esta novela como símbolo de la fuerza, la tenacidad y la perseverancia. A pesar de atravesar grandes dificultades, su carácter siempre mantiene la fuerza necesaria para buscarle la solución a las situaciones.
El mar como símbolo
Es el paisaje más relevante de la novela en términos de su relevancia simbólica. El mar simboliza lo desconocido, así como la distancia entre Celia y los familiares que han debido exiliarse debido a la Revolución Cubana. Es también frente al mar que Celia envejece, espera a Gustavo y envía sus cartas.