Sostiene Pereira se enmarca en un contexto histórico social y político muy específico: el auge y crecimiento de los regímenes totalitarios fascistas en la Europa de los años treinta, en particular, en la ciudad de Lisboa, en Portugal.
En esta nación, la época se caracteriza por el régimen autoritario salazarista. Este se consolida en 1933 por medio de un plebiscito y una sustancial modificación en la Constitución que cambia el sistema de gobierno y centraliza los poderes en el Primer Ministro, Antonio Oliveira Salazar. Entra así en vigor el Estado Novo en Portugal, la dictadura más duradera del siglo XX, en tanto Salazar perdura en el poder durante cuarenta y ocho años ininterrumpidamente.
Entre las características de este gobierno se encuentran el autoritarismo, el conservadurismo, el tradicionalismo y el nacionalismo. Institucionalmente, se configura como un estado antiliberal y antiparlamentario; su estrategia se centra en la propaganda política y en la fuerte censura. Su ideología es expresamente anticomunista y la perspectiva de gobierno de António Oliveira Salazar gira en torno al catolicismo y el tradicionalismo conservador. A su vez, este régimen promueve las agrupaciones juveniles paramilitares (las juventudes salazaristas) estructuradas alrededor del culto al líder nacional.
La dictadura salazarista en Portugal se encuentra además alineada a otros regímenes totalitarios que tienen lugar en Europa, como el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia y la dictadura de Francisco Franco en España, en ese entonces en plena guerra civil.
Centrando su trama en este contexto histórico, Sostiene Pereira retrata la cruda realidad que han vivido y viven aún muchos países del mundo donde gobierna el totalitarismo. Los oficios y caracteres de los personajes de la novela permiten, a su vez, evidenciar el modo en que un régimen dictatorial afecta a distintos sectores de la sociedad, como las figuras oficiales (el director del periódico), el periodismo (Pereira), la militancia política (Monteiro Rossi, Marta), las fuerzas criminales (la policía), las minorías religiosas (Ingebord Delgado, David -el carnicero judío-), etc.