En 1984, George Orwell presenta la visión distópica de un mundo que consiste en tres estados totalitarios masivos que están constantemente en guerra entre ellos, y que usan avances tecnológicos para mantener a sus respectivos miembros y a las masas del Partido bajo cuidadosa observación y control. Escrita en 1948 y publicada en 1949, esta novela es frecuentemente considerada una de las mejores novelas escritas en inglés.
Para escribir esta obra, Orwell fue influenciado e inspirado por los regímenes totalitarios de la época, incluyendo la Alemania nazi de Hitler y la Unión Soviética de Stalin. Ambos regímenes glorificaron a sus respectivos líderes como semidioses y salvadores, y requirieron la destrucción total de la individualidad para promover las necesidades del Partido por sobre las del individuo; exigieron la lealtad absoluta de sus ciudadanos, y recurrieron a la violencia cada vez que se sospechaba una deslealtad. Además, ambos regímenes demonizaban consistentemente a sus enemigos, al igual que el Partido y el Gran Hermano de 1984, a través de los Dos Minutos de Odio, la Semana del Odio y la propaganda diaria masiva. Otros paralelismos incluyen la Policía del Pensamiento como una reinvención de la Gestapo o del NKVD (Comissariato del Pueblo para Asuntos Internos), que orquestaban purgas y fomentaban el terror a gran escala, y la Liga Juvenil y los Espías como una reinvención de las Juventudes hitlerianas y de los Pequeños Ocultistas, que adoctrinaban jóvenes del Partido y los motivaban a denunciar deslealtades observadas en los adultos, incluso entre miembros de su propia familia.
Las similitudes entre la Oceanía de 1984 y el régimen de Stalin son particularmente sorprendentes. Al igual que el de Stalin, el gobierno de Oceanía adopta características del autoritarismo fascista y comunista: el primero glorifica la sabiduría del líder y el segundo, la infalibilidad del Partido. Podemos ver ambas tendencias en 1984, donde el Gran Hermano (aunque aparentemente una entidad ficticia) es adorado como un líder sabio y amoroso, y el Partido está estructurado prácticamente en torno a su supuesta infalibilidad. Además, muchos de los detalles del sistema de Oceanía, como los planes trienales y los campos de trabajo forzado, parecen ser referencias poco veladas a aspectos del gobierno de Stalin. Incluso se sugiere a menudo que el Gran Hermano de Oceanía, con su cabello oscuro y su bigote pesado, está inspirado en las imponentes imágenes del rostro de Josef Stalin, tan comunes en la Unión Soviética.
El tiempo que Orwell pasó trabajando con la Policía Imperial India en Birmania lo introdujo en las vergonzosas actividades de los británicos en el Lejano Oriente, y parece haber motivado su exploración de las vidas de los pobres urbanos. Después de regresar a Europa, Orwell continuó centrándose en este tema, y comenzó a desarrollar una vaga desconfianza en la sociedad capitalista de la época industrial que luego se convirtió en una firme adhesión al socialismo. Esta tendencia se vio reforzada por el tiempo que pasó trabajando con el partido revolucionario marxista POUM (Partido Obrero de Unificacion Marxista), la facción disidente del Partido Comunista español. Sin embargo, cuando los comunistas respaldados por Stalin se volvieron contra sus aliados anarquistas de extrema izquierda, y acusaron al POUM de fascista, Orwell huyó para evitar la prisión o, lo que es peor, la muerte. Esta experiencia le enseñó a Orwell sobre el peligro de abandonar los verdaderos ideales revolucionarios socialistas, y el autor desarrolló tanto una obsesión con el totalitarismo como un aborrecimiento del comunismo estalinista, ambos claramente expresados en 1984. La introducción del totalitarismo en la Segunda Guerra Mundial, a través de regímenes fascistas y comunistas, solidificó el odio de Orwell por esta ideología.
Durante la guerra, Orwell quedó igualmente poco impresionado por su experiencia en Gran Bretaña. Entre 1940 y 1943, Orwell fue contratado por la BBC, bajo el control del Ministerio de Información Británico, que sirvió de inspiración para el puesto de Winston en el Ministerio de la Verdad, y tal vez, también, para la Neolengua. En su rol, Orwell fue testigo de la propagación de historias que glorificaban los triunfos de Gran Bretaña, mientras el Imperio británico disminuía, simultáneamente, poco a poco. Este tipo de desconexión entre la realidad y la información difundida al público se abre paso con claridad en la novela.
No está claro en qué medida Orwell creía que 1984 sería una predicción precisa del futuro, pero muchos críticos coinciden en que escribió el libro como una advertencia a la sociedad moderna del daño que puede derivarse de abrazar regímenes totalitarios. La novela lamenta la pérdida de la identidad personal al tiempo que demuestra cómo librar efectivamente a una persona de su independencia, particularmente a través de una represión sexual extensa y de la prohibición del pensamiento individual. Muchos de los conceptos y temas presentados en 1984 se han abierto camino en la lengua vernácula común. Por ejemplo, la frase "Gran Hermano" se usa con frecuencia para referirse al avance y la expansión de la tecnología utilizada para observar y registrar el comportamiento, como las cámaras de video colocadas en las calles de la ciudad o el control gubernamental de la comunicación telefónica y por Internet. El adjetivo "orwelliano" también se usa muchas veces para describir desarrollos del mundo real que recuerdan 1984.
Orwell escribió 1984 mientras estaba gravemente enfermo de tuberculosis, y luego comentó que si no hubiera estado tan enfermo, el libro podría no haber sido tan sombrío. Para su consternación, después de su publicación 1984 fue utilizado como propaganda, especialmente por las fuerzas occidentales en la Alemania posterior a la Segunda Guerra Mundial. Mucho más tarde, hubo intentos de censurar la novela, particularmente sobre la base de que contiene material pro-comunista y referencias sexuales. El libro ha sido adaptado al cine y la televisión, y ha servido de inspiración para una variedad de otras actividades artísticas, como el álbum Diamond Dogs de David Bowie, que incluye una canción titulada "1984".