Amada

Amada Resumen y Análisis de Capítulo 9

Sethe se siente abrumada por la noticia sobre Halle y echa de menos el consejo de Baby Suggs, así que decide ir hasta el Claro donde Baby Suggs solía celebrar sus encuentros de renovación y estimulación religiosa. Baby Suggs se hizo predicadora cuando llegó a Cincinnati porque su corazón había permanecido intacto, aunque la esclavitud casi había destruido el resto de su cuerpo. Pero tan grande como era su corazón, la persecución de los hombres blancos la acabó finalmente afectando. “Esos blancos me han quitado todo lo que tenia o soñaba, ‘ella decía’, e hicieron añicos mis sentimientos más profundos. En el mundo no existe la mala suerte, existen los hombres blancos”. Capítulo 9, pág. 89. Esas fueron sus últimas palabras; después que Schoolteacher llegó a 124 y Sethe mató a su hija, Baby Suggs perdió su fe y su deseo de vivir.

Sethe lleva a Denver y Amada al Claro con ella; en el camino, recuerda el resto de la historia del nacimiento de Denver y de su huida a Ohio. Sethe recuerda que Amy Denver la dejó en el lado equivocado del Río Ohio y ella encontró a Stamp Paid, un ex esclavo y agente del Ferrocarril Subterráneo, que las llevo a ella y Denver al otro lado del río. Desde allí, Ella las llevó hasta 124 donde estaba Baby Suggs, reuniendo a Sethe con sus hijos. Sethe tuvo que explicar a su suegra que había esperado a Halle, pero que él nunca apareció por lo que se fue sola.

Sethe recuerda los veintiocho días de libertad, amistad y apoyo que vivió después de llegar a 124. “Poco a poco, en 124 y en el Claro, en compañía de otra gente, se había reivindicado a sí misma. Porque liberarse era una cosa, pero reivindicar posesión de esa misma liberación era otra cosa diferente”. Capítulo 9, pág. 95. Ya no tiene esa compañía por lo que busca el respaldo del espíritu de Baby Suggs cuando necesita ayuda. Mientras reza en el Claro, Sethe siente lo que presupone son los dedos de Baby Suggs frotándola el cuello—suavemente al principio y luego tan violentamente que se comienza a ahogar. Después de que consigue soltarse de los dedos del fantasma, Amada masajea el cuello de Sethe para aliviar las magulladuras. Cuando Amada intenta besarlas Sethe lo evita empujándola; el aliento de Amada huele a leche fresca, como el aliento de un bebe y su tacto le recuerda a Sethe la forma en que la tocaba el bebe fantasma.

Seguimiento del Tema: Supernatural 8

Seguimiento del Tema: Cólera 8

Caminando de regreso a 124, Sethe llega a la conclusión de que los dedos que la ahogaban pertenecían al fantasma que Paul D había espantado de la casa. Después de su experiencia en el Claro, Sethe se convence a si misma de que si pudo soportar años a solas con el fantasma entonces ella y Paul D pueden aguantar el peso de su pasado juntos. Así que, cuando llega a casa, con las muchachas siguiéndola de cerca, ella y Paul D comienzan a tontear, coqueteando entre ellos, sin darse cuenta de la presencia de Amada. Cuando Amada se percata de lo que está sucediendo se pone celosa de que Sethe le dedique su tiempo a alguien que no sea ella.

Seguimiento del Tema: Cólera 9

Amada camina fuera de la casa y encuentra a Denver allí afuera por el arroyo. Amada la dice que quiere que Paul D se vaya de 124. Denver la acusa de usar sus poderes como fantasma de la chica que ya gateaba para ahogar a Sethe, pero lo único que Amada reconoce es que intentó aliviar el dolor de Sethe. Amada se va corriendo enojada con Denver por sus acusaciones y Denver queda reflexionando sobre el hecho de que su única fuente de compañía antes de que apareciera Amada fue la escuela de Lady Jones. Lady Jones era una mujer de raza mixta, educada en una escuela para chicas negras que enseñaba a niños negros que no podían ir a la escuela. De pequeña, Denver había ido a la escuela de Lady Jones durante un corto periodo de tiempo y había disfrutado aprendiendo. Nunca se dio cuenta de que sus compañeros de clase la evitaban hasta que otro estudiante llamado Nelson Lord le preguntó si su madre había asesinado a su hermana y luego había llevado a Denver a la cárcel con ella.

Esa pregunta libera los miedos que Denver tenia de Sethe y la asustó tanto que perdió su capacidad auditiva durante dos años y dejó de ir a la escuela. Durante el tiempo que estuvo sorda, Denver le prestó mucha atención al fantasma, le hacía compañía mientras ella esperaba que su padre viniera a recogerla. Pero el silencio de su sordera fue roto por el sonido del bebe fantasma tratando de subir gateando por las escaleras en 124. Después de eso el fantasma se volvió rencoroso. Denver atribuye la marcha de Buglar y Howard al miedo que tenían de que Sethe tratara de lastimarlos otra vez y no por miedo al fantasma. Recuerda que, después de que pudo volver a oír, la vida en 124 se volvió fría y sombría para todos. Buglar y Howard estuvieron alterados hasta que se marcharon; Baby Suggs renunció a la vida y esperó la muerte en su cama; y luego Paul D llegó y espantó al fantasma. Su presencia consumió toda la atención de Sethe y Denver fue dejada sola hasta que Amada apareció.

Anhelando cariño, Denver se da cuenta, con algo de vergüenza, de que incluso si Amada estuviera tratando de lastimar a Sethe, Denver todavía sentiría apego hacia ella porque la compañía de Amada aliviaba su soledad. Llegando a la conclusión de que sea lo que sea Amada, al menos es suya, Denver se va a buscar a Amada para pedir perdón.

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Seguimiento del Tema: Supernatural 9