En sus reflexiones reunidas en La Argentina en pedazos, Ricardo Piglia propone una de las interpretaciones más difundidas y repetidas en torno a la figura de Borges: la idea de que tiene un doble linaje. Piglia recupera algo que Borges ha dicho más o menos explícitamente a lo largo de toda su vida literaria: que es heredero de dos tradiciones, dos historias familiares que se presentan como el sustrato que alimenta su obra.
Uno de estos linajes es la memoria materna, una historia familiar que une al autor a ciertos “antepasados militares, los guerreros, los héroes ligados al coraje y a la muerte” (1993: 102). Esta herencia vincula la historia familiar de Borges con la más amplia historia nacional, recuperando un “pasado heroico que se conserva en la memoria de la madre” (ídem). Por ejemplo, Borges ha escrito en varias oportunidades acerca de su bisabuelo Manuel Isidoro Suárez, coronel que luchó en las guerras de independencia junto al prócer general José de San Martín. En “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”, la memoria del abuelo se inmiscuye en dos oportunidades: primero, en la mención a “la caballería de Suárez” (63), de donde proviene el que mata al padre de Cruz. Pero además, el propio nombre ‘Isidoro’ tiene implicancias familiares en Borges, y el hecho de que bautice a Cruz con el nombre de su antepasado no debe considerarse una casualidad.
La otra herencia es la biblioteca paterna, de donde provienen los antepasados culturales; aquellos que “organizan el linaje literario y el culto a los libros” (1993: 102). Si la memoria materna inscribe la producción de Borges dentro de la historia nacional, la enorme biblioteca del padre hace lo propio con la historia literaria. Ya hemos nombrado con anterioridad, en este estudio, el carácter intertextual que atraviesa toda la producción borgeana. En la “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz”, de hecho, establecimos relaciones con la tradición bíblica y el poeta William Butler Yeats, más allá del vínculo evidente con el Martín Fierro de José Hernández.
Sentencia Piglia que “La memoria y la biblioteca representan imaginariamente para Borges las propiedades a partir de las cuales se escribe, pero esos dos espacios de acumulación son, a la vez, ámbitos privilegiados de la ficción borgeana” (1993: 103). El doble linaje, en suma, provee a su obra de un carácter tan local como universal, y el hecho de que en “Biografía de Tadeo Isidoro Cruz” parta de la gauchesca y la historia familiar para abordar tópicos tan universales y metafísicos como el sentido de la existencia, el tiempo y el destino, se debe, en parte, a ello.