Bodas de sangre

Bodas de sangre Ironía

Leonardo afirma que la Novia debe estar contenta por el matrimonio (Ironía verbal)

Durante los últimos preparativos para la fiesta, Leonardo expresa, frente a la Criada: "¡La Novia! ¡Estará contenta!". Estas palabras solo pueden interpretarse con un sentido irónico, es decir, con el sentido contrario al literal. Leonardo dice esas palabras a la Criada, pero tanto él como el lector / espectador y la Criada misma saben que la Novia, en verdad, no está contenta, porque se siente atraída por él, y no por el Novio.

El lector / espectador sabe del amorío entre la Novia y Leonardo, mientras que el Novio no (Ironía dramática)

Esta obra está construida con una gran ironía dramática, basada en el hecho de que el espectador va descubriendo qué es lo que pasa entre la Novia y Leonardo a medida que avanza la pieza. Algunos personajes están al tanto de esta situación secreta, pero muchos otros no. Entonces, al espectador se le presenta una serie de diálogos y escenas donde esa información está oculta para ciertos personajes, pero visible para quien observa o lee la obra.

Ejemplo de un momento en que esta ironía dramática se expresa muy visiblemente es la escena del acto II, cuadro II, en que el Novio abraza a la Novia por detrás, y ella exclama "¡Ay! ¿Eras tú?". El Novio le responde: "¿Quién iba a ser? Tu padre o yo".

Frente a este diálogo, el espectador entiende que la Novia reacciona de esa forma porque Leonardo también podría haberse acercado a ella. El lector / espectador, a su vez, también sabe que el Novio no podría entender esa dimensión de la respuesta de la Novia.

La ironía dramática se define como una especie de "pacto de comprensión" entre el lector / espectador y el autor. Hay información presente en los diálogos que el lector / espectador sabe de qué manera debe interpretar, aunque algunos personajes actúen de forma contraria a esta información.

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