"Casa tomada" es uno de los relatos más famosos del autor argentino Julio Cortázar. Aparece por primera vez hacia finales de 1946, cuando Cortázar aún no es un autor famoso. En aquella ocasión, es Jorge Luis Borges quien le da un espacio en la revista literaria que dirigía, "Los Anales de Buenos Aires", más precisamente en el N°11, publicado en diciembre de 1946. Al año siguiente, en la misma revista se publica Los reyes, una variante del mito del minotauro bajo la forma de un poema dramático, con el que Cortázar logra cierto reconocimiento entre los escritores argentinos.
En 1951, "Casa tomada" es publicado dentro del libro de cuentos Bestiario, con el que Cortázar logra posicionarse definitivamente en la escena literaria argentina y luego mundial. "Casa tomada" es uno de sus cuentos más estudiados tanto por la crítica literaria como por el público en general. No solo se lee en prácticamente todos los colegios de la Argentina, sino que década tras década ha suscitado un sinfín de interpretaciones alegóricas y de estudios semióticos. En él ya se concentran los rasgos de estilo que harán famosa la narrativa de Cortázar: los límites difusos entre la realidad y la fantasía, la distorsión y problematización de todo lo que conocemos y la experimentación con el uso del lenguaje y con aquello que recibe el estatuto incuestionable de "real".
Otro elemento a destacar en "Casa tomada" es la influencia del escritor Edgar Allan Poe, gran maestro del relato fantástico y muy admirado por Cortázar. En verdad, "Casa tomada" presenta una conexión significativa con el cuento "La caída de la casa Usher", de Poe: este relato presenta a una pareja de hermanos mellizos que vive sola en una antigua casa perteneciente a la familia Usher. Al igual que en "Casa tomada", es la propia mansión Usher la que ejerce una influencia inefable y ominosa sobre la decadente pareja de hermanos, hasta empujarlos a la locura y, finalmente, a la muerte. Cortázar, como declarado admirador de Poe, deja sentir los ecos de esta influencia en su propio relato.
Finalmente, cabe mencionar que "Casa tomada" cobra una importancia fundamental en la literatura argentina a partir de la hipótesis propuesta por Juan José Sebreli en los años 60, quien leyó en la toma de la casa una alegoría del avance del peronismo sobre la Argentina. Si bien Cortázar explicó en varias entrevistas que esta no fue su intención al escribir el cuento, también reconoció que el malestar que sentía ante la victoria de Juan Domingo Perón en las elecciones presidenciales de 1946 podía ser uno de los elementos subyacentes que motivara su escritura.