La apariencia de Liubov Andréievna
En el primer acto, varios personajes aluden al aspecto de Liubov Andréievna, quien regresa luego de su estadía de cinco años en París. Pischik dice expresamente: "se ha vuelto más hermosa... Vestida a la moda de París" (Acto I, p.117), y luego describe sus "ojos maravillosos y conmovedores" (Acto I, p.117).
El jardín de los cerezos
A lo largo de toda la pieza, varios personajes aluden al jardín de los cerezos y a su belleza. "Los cerezos, todos en flor" (Acto I, p.113), describe Epijódov, y "El lugar es maravilloso, el río, profundo" (Acto I, p.118), señala Lopajin. La belleza del jardín se compone también por vía de imágenes auditivas: "Los pájaros cantan en el jardín" (Acto I, p.116), afirma Ania, y luego Varia exclama: "¡qué árboles más maravillosos! ¡Dios mío, qué aire! ¡Los estorninos cantan!" (Acto I, p.120). Gáiev refiere al mismo espacio con imágenes visuales: "El jardín está completamente blanco (...), esta avenida es recta, recta, como una cinta tirante, y en noches de luna brilla" (Acto I, p.120), al igual que Liubov, quien señala: "¡Está todo blanco, todo! ¡Oh, jardín mío! (...) ¡Maravilloso jardín! Blancas masas de flores, el cielo azul..." (Acto I, p.120).
El invierno
La acción de la obra tiene lugar en invierno, y esto aparece en boca de los personajes, quienes hacen mención del clima por medio de imágenes táctiles. "Está helando, con tres grados bajo cero" (Acto I, p.113), dice Epijódov. "Qué frío, se me han quedado heladas las manos" (Acto I, p.114), protesta a su vez Varia, al igual que su hermana Ania, quien afirma: "Estoy helada" (Acto I, p.114).
El aspecto de Trofimov
Varios personajes critican el aspecto envejecido de Trofimov. Liubov es quien más afectada se ve por dicho cambio: "¿qué le ha hecho cambiar tanto? ¿Qué le ha avejentado de este modo? (...) ahora ya está casi calvo y lleva lentes" (Acto I, p.121).