Doña Mercedes cree que interrumpir el embarazo es un crimen, pero Luisa ha abortado (Ironía situacional)
Al comienzo de la novela, leemos: "Las ricas son otra cosa. Piensa en Luisa, que a esta hora se sentaría en el comedor de la estancia. Su madre había dicho: «Éstas
son todas así, se revuelcan con cualquiera pero nadie se entera. Se las saben arreglar»" (10). La mención del nombre de Luisa en este contexto nos permite inferir que ella misma, al igual que otras jóvenes adineradas, ha abortado en alguna oportunidad, de manera tal que ha tenido relaciones sexuales extramatrimoniales sin verse obligada a sufrir consecuencias negativas. Esto resulta irónico considerando que, como católica, doña Mercedes, su madre, dice estar profundamente en contra del aborto, y se encarga de que Nefer no pueda acceder a uno, forzándola a casarse y a tener el hijo del hombre que la ha violado.
Nefer se casa con un vestido blanco (Ironía situacional)
Nefer es obligada a casarse porque está embarazada, por lo que resulta imposible que sea virgen. Sin embargo, le prestan un vestido blanco para la ceremonia. Esto resulta irónico precisamente porque, de acuerdo con los valores tradicionales, el blanco de los vestidos de novia simboliza la virginidad de las muchachas.