La novela narra la vida de Natalia, una joven barcelonesa que cuenta en primera persona su historia, en el marco de los sucesos que atraviesa España a partir de los años 30. Natalia es huérfana de madre, vive con su padre y trabaja en una pastelería.
La historia comienza en un lugar real de Barcelona que da título al libro: la plaza del Diamante. La trama se desarrolla a partir de la fiesta mayor, un evento especial y popular al que asiste todo el barrio donde ella vive. Allí conoce a Quimet, un joven carpintero que queda cautivado por su belleza y está decidido a convertirla en su esposa, a pesar de que ella le dice que tiene novio. Ese día, la apoda “Colometa”, ignorando su verdadero nombre.
Rápidamente empiezan una relación, se casan y se mudan juntos a un departamento que alquilan entre los dos. Él pronto se muestra posesivo y maltratador, pero ella es muy sumisa y se deja llevar, al punto de perder su identidad.
En su nueva casa, encuentran una paloma lastimada y la curan, y Quimet decide construir un palomar en el terrado. Aunque la decisión es suya, es Natalia la que se encarga de cuidar a las palomas, así como de todas las tareas domésticas. Quimet se dedica exclusivamente a su taller de carpintería.
Poco después, tienen dos hijos: Toni y Rita. En el marco de la revolución y la instauración del régimen democrático denominado Segunda República, Quimet y sus amigos -Mateu y Cintet- se alistan en las milicias republicanas y van a la guerra. Al mismo tiempo, la situación económica empeora y Natalia se ve obligada a buscar trabajo, además de tener que continuar con el cuidado de los niños y las palomas.
Con el pasar de las semanas, las condiciones empeoran y a Natalia la echan de su trabajo. Consigue otro a tiempo parcial, pero no le alcanza. Un día recibe la noticia de que Quimet ha muerto en el frente. Desesperada, vende todas sus pertenencias y envía a su hijo a una colonia, porque no puede alimentar a toda la familia.
Todo sigue empeorando. Natalia pide ayuda pero se la niegan. Ya sin esperanzas, toma la drástica decisión de matar a sus hijos y suicidarse, con tal de poner fin al sufrimiento. Sin embargo, cuando va a buscar el aguafuerte con el que pretende llevar a cabo esa acción, el tendero le ofrece trabajo y le regala alimentos para sus hijos.
Días después, comienza a trabajar en la casa del tendero, de nombre Antoni. Casi un año y medio más tarde, Antoni le propone matrimonio y le ofrece que ella, sus hijos y él vivan juntos, como una familia.
El tiempo pasa, sus hijos crecen y todos tienen una vida mejor. Ella logra superar los traumas que la atormentan y disfruta de su nueva familia.