Las sensaciones del alemán que invaden a Pierre
A lo largo de todo el relato se presentan muchas imágenes que delatan una superposición entre la personalidad de Pierre y la del alemán. En esta superposición se mezclan las percepciones de ambas personas que momentáneamente comparten el cuerpo. Un ejemplo de ello se presenta cuando el pañuelo de Pierre posee un olor diferente al que debería: "Un pañuelo que huele a musgo limpia el sudor de la frente de Pierre" (p. 379).
Más adelante hay otra situación en la que el olor que Pierre percibe puede estar relacionado con la muerte del alemán en el bosque: "Huele a zumbido de abejas, a colchón de agujas de pino" (p. 379).
A estas imágenes olfativas se le suma la imagen auditiva recurrente de un aria de Schumann que Pierre no puede sacarse de la cabeza: Im wundershönen Monat Mai (p. 369) y las imágenes visuales de las hojas secas que funcionan como un leitmotiv dentro del relato.
La casa Michèle y de sus padres (el pabellón)
El pabellón es el lugar en el que vive Michèle junto a sus padres. La primera imagen que se le presenta al lector del lugar es una muy particular, ya que Pierre la describe tal como la imagina, sin conocerla relamente:
... entra con Michèle en un saloncito agobiado de muebles vetustos, sube una escalera después de rozar con los dedos la bola de vidrio donde nace el pasamanos. No sabe por qué la casa le desagrada, tiene ganas de salir al jardín aunque cuesta creer que un pabellón tan pequeño pueda tener un jardín. (p. 364)
Una vez en el pabellón, Pierre presenta otra breve descripción, tan segmentada como la anterior: "Es sombría, burguesa a morirse, llena de muebles abominables" (p. 374). Finalmente, antes de abusar sexualmente de Michèle, Pierre describe el salón principal de la casa, que en ese momento se encuentra vacío:
... pero Michèle no está sentada en el sofá, hay solamente la botella de coñac y los vasos usados, la puerta que lleva a la cocina ha quedado abierta y por ahí entra una luz rojiza, el sol que se pone en el fondo del jardín, y solamente silencio. (p. 383)
El 'Pont Neuf'
El relato se desarrolla en París, entre el departamento de Pierre y los cafés en los que la pareja y sus amigos se encuentran. Después del encuentro entre Pierre y su amigo, Xavier, las imágenes del Pont Neuf destacan y sirven para contextualizar la acción en uno de los lugares más conocidos de la ciudad:
Apoyado en el pretil del Pont Neuf mira pasar las barcazas y siente el sol de verano en el cuello y los hombros. Un grupo de muchachas ríe y juega, se oye el trote de un caballo; un ciclista pelirrojo silba largamente al cruzarse con las muchachas, que ríen con más fuerza. (p. 369)
El jardín de la casa de Michèle
Cuando Michèle y Pierre van al pabellón, salen y entran de la casa reiteradas veces, por lo que el jardín es un lugar recurrente que se carga de imágenes sensoriales, tal como puede observarse en el siguiente ejemplo:
... baja al jardín, pasa al lado de la moto y va hacia los fondos. Huele a zumbido de abejas, a colchón de agujas de pino, y ahora Bobby se ha puesto a ladrar entre los árboles, le ladra a él, de repente se ha puesto a gruñir y a ladrar sin acercarse a él. (p. 379)