El libro describe la vida de Limónov, desde sus primeros años hasta su exilio en América. Ofrece una visión de su desarrollo como artista y pensador y explora los acontecimientos que lo han formado tanto política como personalmente. Es a la vez un activista político, un escritor y un individuo profundamente perturbado que lucha por encontrar su lugar en el mundo.
La primera parte abarca los primeros años de vida de Limónov y su estancia en la Unión Soviética. La segunda parte trata de su emigración a Estados Unidos, donde se involucró en la escena del punk rock. La tercera parte trata de su regreso a Rusia tras la caída del comunismo. Limónov es ante todo un idealista. Le mueve el deseo de hacer del mundo un lugar mejor, y está dispuesto a sacrificar todo en pos de este objetivo. Este idealismo se manifiesta en su activismo político; se esfuerza constantemente por derrocar al gobierno y crear una nueva sociedad que cree que será justa y equitativa. Sus experiencias tempranas con el acoso y el abuso contribuyeron a formar su opinión sobre el poder y la autoridad. Por ello, su idealismo le lleva a tomar algunas decisiones poco acertadas, como unirse al Partido Nacional Bolchevique, lo que finalmente le lleva a ser detenido y encarcelado.
El libro también explora su compleja relación con Rusia, cuya historia y cultura siguen influyendo en él a lo largo de su vida. Como escritor, su sentido de la identidad rusa influyó en gran parte de sus escritos, que a menudo trataban temas como el orgullo nacional y el poder del Estado. El amor era a menudo uno de los factores que motivaban gran parte de lo que hacía, ya fuera escribir poesía o iniciar una revolución. Desde la primera relación amorosa de Limónov con una mujer mayor a los 14 años hasta su tumultuoso matrimonio con la heredera estadounidense Nancy Spungen, los lectores pueden comprender la importancia que tenían para él las relaciones.
A pesar de su idealismo, Limónov también es realista. Es consciente de que no todo el mundo comparte su visión del mundo y de que la violencia es a veces necesaria para lograr el cambio. Este realismo es evidente en sus escritos, que a menudo presentan descripciones gráficas de la violencia y el sufrimiento. También es evidente en sus interacciones con los demás; puede ser frío y calculador cuando le conviene. A menudo habla de sí mismo en términos grandiosos y parece creer que siempre tiene razón. Sin embargo, también está claro que se preocupa profundamente por los demás, especialmente por los que sufren injusticias. Siente una gran empatía por los oprimidos y lo único que desea es ayudarles a salir de su situación.