Política y luchas
El libro destaca algunas de las luchas políticas de las que el protagonista fue testigo y en las que participó. Refleja la historia de la Unión Soviética, que se caracterizó por la agitación, la anarquía, las frustraciones y el capitalismo occidental. Fue un periodo de grandes pérdidas económicas y sociales. Limónov se implicó activamente en la política, participando a menudo en revoluciones. Siempre se enfrentó a sus superiores por su incapacidad para cumplir. Cuando se cansó del constante cuestionamiento de sus acciones, se rebeló contra el gobierno publicando información inmoral y engañosa en su recién fundado periódico. Fue detenido y acusado de terrorismo y posesión de armas de fuego. Se defendió con la idea de que el Estado era político y ridículo. Fue condenado a cuatro años, pero salió tras dos años de buena conducta. Su carrera política no se detuvo con su detención. Siguió participando en diferentes movimientos y partidos, sobre todo de oposición al gobierno. Fue detenido muchas veces y torturado, pero siguió adelante con sus ideologías. Disfrutaba siendo un extremista. También tuvo problemas en su carrera cuando las editoriales se negaron a publicar sus libros por motivos políticos. Limónov también luchó contra las complicaciones de salud derivadas de un cáncer que finalmente le llevó a la muerte.
Sexismo
La percepción que Limónov tiene de las mujeres es moralmente sesgada. No las ve como seres humanos que merecen respeto, sino que las cosifica sexualmente. Sus comentarios sobre las mujeres siempre describen sus extraños fetiches y cómo los satisface. Tal vez por eso no permanece mucho tiempo en ninguna relación o encuentro con mujeres. Califica a las mujeres por orden alfabético según su rendimiento en la cama, lo cual es erróneo y ofensivo para esas mujeres. No tiene problemas para conquistar a las mujeres, ya que se le ve cambiarlas con bastante frecuencia. Es un machista y el problema es que no ve ningún problema en serlo. Cuando habla de las mujeres con las que se ha acostado, siempre se trata de un rasgo sexual más que de un rasgo de personalidad. Ni siquiera oculta esta parte de su vida. Es como si estuviera orgulloso de sus acciones y percepciones. Elige mujeres de todas las razas, tamaños, complexiones y alturas para sus extraños encuentros. La forma en que las describe sexualmente en público sin sentir ninguna vergüenza, hace que la gente se escandalice de su sexismo.
Carrera de escritor
Se le ha descrito como poeta, escritor y ensayista. Se sabe que sus escritos son sarcásticos y que pretenden ofender a los demás a través de sus obras literarias. Ha escrito muchos libros, entre ellos Soy yo, Eddie y La historia de su mayordomo. Las obras literarias de Limónov eran conocidas por ser inapropiadas, ya que algunas de ellas describían contenidos pornográficos. Sus escritos han sido criticados por sus colegas escritores por considerarlos inadecuados para el público ruso. Se expresa libremente en sus escritos sin importarle las opiniones de los demás. Defendió sus libros afirmando que eran puramente ficticios. Sus escritos revelaban una parte de su personalidad, que no quería ser reconocida como aburrida. Quería ser extraordinario por cualquier medio posible. No importaba si era cuestionable o aceptable, simplemente quería ser un escritor diferente, con pensamientos diferentes. También se sabe que colaboró en dos periódicos de Moscú, Vivir aquí y El exilio.
Rebelión y oposición
La historia explora el tema de la rebelión como parte de los rasgos de Limónov. Siempre fue rebelde y no sabía cuándo retirarse. Desobedecía las órdenes con regularidad, era como si disfrutara oponiéndose al gobierno. Fue detenido y condenado a una pena de cárcel. Se podría pensar que el hecho de ser enviado a la cárcel le haría cambiar su forma de ser rebelde. Limónov terminó su condena y, tras ser liberado, volvió a formar partidos de oposición. Más tarde fue detenido por segunda vez, pero ni siquiera eso pudo detenerlo. Era un rebelde natural que no sabía obedecer. No estaba en él obedecer. Incluso en su vejez, Limónov seguía participando activamente en la política de oposición. Aprovechó su carrera de escritor para escribir artículos y libros de oposición contra el gobierno. Estaba fuera de control y ningún castigo le convenía. Dirigió una serie de protestas con diferentes partidos, con un objetivo distinto cada vez. No hubo ningún momento en su vida en el que Limónov cumpliera con ninguna norma o gobierno.
