Eduard Limonov
Eduard, el protagonista central de la novela, emerge como un personaje complejo y multifacético a lo largo de las distintas etapas de su vida. Originario de Ucrania, su infancia marcada por la influencia de su padre y la educación severa de su madre establece el tono para sus futuros conflictos y luchas internas. Su deseo de convertirse en un gran poeta se ve afectado por experiencias turbulentas, desde su adolescencia en los suburbios de Char'kov hasta su participación en la intelligentsia en Moscú y sus peripecias en Nueva York. Eduard encarna una búsqueda constante de identidad, reconocimiento y éxito literario, al tiempo que enfrenta desafíos existenciales y emocionales.
Anna
Anna desempeña un papel crucial en la vida de Eduard, siendo la dueña de la librería en Moscú donde se desarrolla una parte significativa de la historia. Su relación con Eduard simboliza su propia emancipación creativa y personal del entorno suburbano. A medida que Eduard avanza en sus experiencias, la relación con Anna arroja luz sobre dinámicas de poder, aspiraciones artísticas y la complejidad de las relaciones interpersonales.
Tanja
Tanja representa un punto de quiebre en la vida de Eduard, marcando la transición de Moscú a Nueva York. Su búsqueda de oportunidades y reconocimiento en la gran ciudad afecta profundamente la relación con Eduard. Tanja encarna la lucha entre las aspiraciones personales y la realidad, contribuyendo a la complejidad de los conflictos emocionales y las dinámicas de pareja.
Gennady Smakov
Gennady, un ex bailarín ruso, reintroduce a Eduard en el mundo cultural de los exiliados en Nueva York. Su papel en las experiencias homosexuales de Eduard agrega capas de complejidad y profundidad al retrato del protagonista. Gennady no solo sirve como un personaje secundario, sino que también refleja las complejidades de la identidad y la búsqueda de conexión en un entorno extranjero.
Steven
Steven, el millonario en Nueva York, representa una fase crucial en la vida de Eduard, ya que trabaja como su mayordomo. Las fantasías de venganza de Eduard contra los participantes en las veladas de Steven revelan tensiones subyacentes y resentimientos acumulados. Steven simboliza no solo la brecha económica, sino también los desafíos de adaptarse a una nueva cultura y el precio de perseguir ambiciones artísticas en un contexto desafiante.
