“Luvina” es uno de los diecisiete cuentos que componen El llano en llamas, del mexicano Juan Rulfo. Este libro se publica en 1953 y es el primero de las dos obras publicadas por el autor.
En El llano en llamas, Rulfo se distancia del género de la novela de la Revolución mexicana, muy vigente en su época, pero sin dejar de dialogar con ella: aborda las terribles consecuencias de este proceso, como la pobreza, la violencia y el fracaso de la reforma agraria. Asimismo, esta obra inaugura un modo novedoso, en la literatura mexicana, a la hora de abordar la vida rural del país. Se aleja del realismo y del narrador culto y omnisciente que escribe desde afuera, y pone en primer plano, en cambio, la voz oral y el pensamiento de los campesinos que protagonizan la vida rural. “Luvina” es un claro ejemplo de ello.
Este relato fue escrito entre diciembre de 1952 y enero de 1953. Es el último cuento que Rulfo escribe antes de su célebre novela Pedro Páramo, y puede leerse como una antesala de ese otro texto: “Luvina” se aleja sutilmente del realismo que caracteriza al resto de los cuentos de la colección y pone en escena un espacio con tintes de realismo mágico, estética en la que se enmarcará, más explícitamente, la célebre novela. La atmósfera de Luvina es la misma que se respira en Comala, y la descripción de sus habitantes parece anticipar a los muertos-vivos que, en Pedro Páramo, tomarán un giro aún más onírico y siniestro.