Todavía huelo la espuma del mar que me hicieron atravesar.
Este primer verso hace referencia a los viajes que los traficantes de esclavos realizaban con millones de africanos arrancados de su tierra y llevados a América para la explotación de recursos como, por ejemplo, el azúcar (Haití), el tabaco (Cuba) y el algodón (Estados Unidos).
La voz poética tiene un recuerdo vívido del viaje en barco que realizó para llegar a Cuba; puede hasta hoy sentir la espuma. Enfatiza que al mar se lo hicieron atravesar, que de ser por ella no lo habría hecho.
Y porque trabajé como una bestia,
aquí volví a nacer.
Una frase célebre del líder revolucionario mexicano Emiliano Zapata dice lo siguiente: "La tierra es de quien la trabaja". En este caso, aunque ese lema revolucionario resuena de fondo, el poema no refiere tanto a la propiedad de la tierra, a poseerla, sino a un sentimiento de identidad. Se trata de un renacer en otro lugar, en este caso Cuba, por el vínculo que se establece con su tierra al trabajarla “como una bestia”.
Ya nunca más imaginé el camino a Guinea.
La voz poética deja asentado en este verso que, poco a poco, fue abandonando la idea de volver a casa, fue olvidando cuál era siquiera esa casa; si era Benín, Cabo verde o Madagascar, ya no importa. Con el correr del tiempo, adopta la isla como propia y se forja una identidad nueva, afrodescendiente pero cubana.
Bajé de la Sierra.
Para acabar con capitales y usureros,
con generales y burgueses.
El verso "bajé de la Sierra" tiene una fuerte connotación asociada a la Revolución Cubana. Se trata de una clara referencia al movimiento guerrillero liderado por Fidel Castro. Ellos, al comienzo de la revolución, se refugiaron en la Sierra Maestra para organizar la resistencia armada contra el régimen de Fulgencio Batista.
El hecho de que la voz poética afirme que bajó de la Sierra implica una conexión directa con la guerrilla y la participación en la insurrección contra el gobierno dictatorial. La mención a Sierra Maestra en el poema evoca valores como la valentía, el sacrificio y la determinación.
Iguales míos, aquí los veo bailar
alrededor del árbol que plantamos para el comunismo.
Su pródiga madera ya resuena.
Por “iguales míos”, la voz lírica refiere a los demás negros afrodescendientes que abrazan la identidad cubana y la revolución. La idea de plantar un árbol apela al futuro y a la posibilidad de que la madera de este árbol, pródiga, traiga la prosperidad que merecen los trabajadores cubanos.
