El monte (Símbolo)
El monte puede ser entendido como un símbolo de conexión con la naturaleza, la espiritualidad y la fuerza ancestral, pero también se encuentra vinculado con la revolución cubana. En el poema, la narradora menciona que se fue al monte y que su "real independencia fue el palenque". El palenque era un refugio en el monte utilizado por los esclavos fugitivos en América Latina, donde podían vivir en comunidad y organizarse para resistir la opresión. La referencia al monte y al palenque implica una conexión de la voz poética con la lucha de los afrodescendientes por la libertad y la autonomía y su participación en la guerrilla revolucionaria.
Alcatraz (Símbolo)
En contexto, la palabra "alcatraz" se usa en el poema como una metáfora para representar el primer avistamiento de tierra después de la travesía marítima. El alcatraz es una planta de flores grandes y vistosas que crece en las regiones tropicales y subtropicales, llamada también cala o lirio de agua. Además, puede referir a una especie de ave, pariente del pelícano. Tanto si la voz poética ve el animal o la flor resulta indistinto, ya que ambos simbolizan el hecho de estar acercándose, finalmente y con alivio, a tierra firme.
El árbol plantado (Símbolo)
El árbol plantado simboliza la esperanza en el comunismo y el comienzo de la construcción de un mundo más justo y equitativo. La voz poética describe cómo los protagonistas del poema plantaron un árbol alrededor del cual los ve bailar. Este árbol representa la comunidad unida y solidaria de la cual ella forma parte. Puede evocar ideas de arraigo y pertenencia a la tierra porque, al plantar un árbol, la comunidad establece una conexión simbólica con el territorio.
El hecho de que la madera del árbol resuene de manera pródiga da la idea de que el comunismo tiene el potencial de florecer y generar un impacto de prosperidad duradero en la sociedad.