Durante su residencia en Walden, desde el 4 de julio de 1845 hasta el 6 de septiembre de 1847, Thoreau documentó su experiencia en su diario y elaboró conferencias sobre su experimento vivencial en el estanque. La redacción inicial de Walden comenzó en 1847 y experimentó múltiples revisiones hasta la primavera de 1854, resultando en ocho versiones. A pesar de la intención inicial del editor James Munroe de incluir Walden con A Week on the Concord and Merrimack Rivers, el fracaso de este último alteró los planes. Fragmentos de Walden se publicaron en Sartain's Union Magazine en 1852, y seis selecciones aparecieron en el New York Daily Tribune en marzo de 1854. La obra completa fue publicada por Ticknor and Fields en Boston en agosto de 1854. Su legado se consolidó con numerosas ediciones en las décadas posteriores, incluyendo la Princeton Edition de 1971.
Walden, desde el siglo XIX, ha sido objeto de diversas reimpresiones en varios idiomas y formatos. Entre las ediciones notables del siglo XX se encuentran la Modern Library Edition de 1937, la edición de Penguin Books de 1939, la edición de 1946 con fotografías de Edwin Way Teale, la Portable Thoreau de 1947 editada por Carl Bode, la Variorum Walden de 1962 editada por Walter Harding, y la Annotated Walden de 1970 editada por Philip Van Doren Stern.
Aunque Thoreau residió en Walden durante dos años, su obra condensa esta experiencia en un ciclo anual. La narrativa se desarrolla en dieciocho capítulos, comenzando con "Economía", donde expone principios que guiaron su vida y llama a la espiritualización frente a los valores sociales. Thoreau, consciente de la insatisfacción moderna, aborda la distinción entre el hombre exterior e interior, destacando la corrosividad del materialismo. Invita a buscar la divinidad interior y abrazar la sencillez.
En "Dónde viví y para qué viví", Thoreau relata su independencia al no comprar la granja Hollowell, prefiriendo la propiedad en Walden. Su meta es vivir deliberadamente, extraer significado de la vida y desafiar la resignación al statu quo. Cuestiona el progreso tecnológico y aboga por vivir plenamente el presente.
En "La lectura", Thoreau elogia los libros como una herencia valiosa, criticando el gusto actual y abogando por la lectura reflexiva. "Sonidos" explora la conexión con la naturaleza, contrastando con el ruido del progreso representado por el tren. Thoreau enfatiza la complejidad de la naturaleza y el anhelo de conexión.
"Soledad" destaca la conexión con la naturaleza como antídoto contra la soledad, relacionando la inmensidad del universo con la relativización del espacio entre los hombres. "Visitantes" reflexiona sobre la intimidad significativa y destaca encuentros con personas simples y naturales, contrastando con aquellos preocupados por asuntos triviales.
En "El campo de judías", Thoreau describe su experiencia agrícola como una metáfora del cuidado del yo interior. Critica la agricultura comercial y aboga por sembrar valores esenciales. "La aldea" critica la curiosidad y el materialismo del pueblo, destacando la resistencia a la influencia del entorno.
En "Los estanques", Thoreau explora zonas menos frecuentadas del estanque, utilizando la pesca como metáfora de la conexión entre lo concreto y lo espiritual. Walden, en última instancia, se presenta como un medio para reconciliar estas fuerzas aparentemente opuestas.
Thoreau presenta el estanque de diversas maneras metafóricas, sugiriendo que es un emblema del misterio del universo. Utiliza imágenes como el "ojo de la tierra" y un "espejo de bosque perfecto" para expresar la conexión entre la naturaleza divina y el observador. Walden es descrito como antiguo pero perennemente joven, un lugar que imparte inocencia y sirve como catalizador para la revelación y la comprensión.
En "La granja Baker", Thoreau contrapone su conexión profunda con la naturaleza con la vida materialista de John Field. Mientras Thoreau abraza la simplicidad, Field está atrapado en valores materiales. Thoreau, radiante de percepción, contrasta con la mezquindad de la vida de Field, instándolo a simplificar sin éxito.
En "Leyes superiores", Thoreau explora el conflicto interno entre sus instintos salvajes y su búsqueda de una vida espiritual. Aborda la caza y la pesca como conexiones fundamentales con la naturaleza y aboga por la aceptación y subordinación de los apetitos físicos.
"Vecinos brutos" personifica la dualidad del autor a través del diálogo entre el Ermitaño y el Poeta. Thoreau reflexiona sobre la vida animal en Walden, otorgando significado simbólico a diversas especies. Ironiza sobre la importancia de la historia humana al comparar una batalla de hormigas con eventos humanos.
En "House-Warming", Thoreau entra en el invierno, simbolizado por la construcción de su chimenea. Se retira a su casa en busca de un refugio espiritual y critica la superficialidad de la hospitalidad convencional.
"Antiguos habitantes y visitantes de invierno" destaca la vida de marginados en Walden y cuestiona por qué el "germen" de Walden no floreció. Thoreau reflexiona sobre su propia posición y espera al "Visitante que nunca llega".
"Animales de invierno" examina la vida de invierno en Walden Pond, destacando la vitalidad y la conexión con lo salvaje. Thoreau presenta la naturaleza como poesía viva, superando las instituciones humanas.
En "El estanque en invierno", Thoreau explora la dualidad de la naturaleza humana y la necesidad de lo misterioso. Describe la tala de hielo en Walden Pond y sugiere la universalidad de su agua, incluso llegando a la India.
"La primavera" celebra el renacimiento de la naturaleza y el espíritu. Thoreau destaca la vitalidad de la primavera, la necesidad del "tónico de lo salvaje" y la dualidad de explorar y explicar la naturaleza.
En la "Conclusión", Thoreau insta a vivir deliberadamente y a explorar la vida interior. Utiliza la parábola del artista de Kouroo para expresar la resistencia de la verdad y la importancia de abrazar la sencillez y la verdad superior. Termina con una afirmación de resurrección e inmortalidad a través de la búsqueda de la verdad.