La narradora
La narradora de la novela es una niña de siete años, hija de César Argüello, un hacendado de la región de Chiapas, y de Zoraida, una mujer de familia humilde convertida en esposa de un oligarca. A lo largo de la novela, la niña recuerda los hechos que rodearon la caída en desgracia de su familia: el incendio de la finca de Chactajal y la muerte de su hermano menor, Mario, por la que ella se siente culpable.
César Argüello
Es el padre de la narradora. Se trata de un terrateniente cuya familia ha poseído generación tras generación la hacienda de Chactajal, en la región de Chiapas. César es una persona autoritaria, acostumbrada a tratar con superioridad a quienes no están en el mismo escalafón social que él.
Zoraida
Se trata de la esposa de César y la madre de la narradora y de Mario. Zoraida es una mujer llena de prejuicios étnicos y clasistas; desprecia profundamente a los indios y no deja pasar ninguna ocasión para demostrarlo. Además, no se muestra cariñosa con su hija, a quien apenas registra como parte de su vida. Por el contrario, Zoraida manifiesta un enorme apego a su hijo, Mario, por tratarse del hijo varón que debe salvar el apellido de los Argüello.
Mario
Se trata del hijo menor de la familia Argüello. A pesar de la importancia que tiene para la familia, no participa de la acción de la novela, salvo en los capítulos finales. Según la nana, Mario es el objetivo de los hechizos de los brujos de Chactajal que desean destruir a la familia Argüello. Al final de la novela, Mario muere tras una enfermedad inexplicable.
La nana
Se trata de una india que está a cargo del cuidado y la crianza de los hijos de los Argüello. Es la principal fuente de amor y de contención de la niña, y es quien la introduce también en las cosmovisiones tradicionales de los pueblos indígenas.
El Tío David
Se trata de un hombre pobre que vagabundea por Comitán y cada tanto pasa por la casa de los Argüello. Suele contar historias mitológicas a la narradora, a quien no le cae bien por su aspecto pobre y venido a menos.
Amalia
Se trata de una amiga de Zoraida. Amalia es soltera y se dedica a cuidar de su madre, quien se encuentra senil y postrada. Organiza reuniones clandestinas en Comitán para que las mujeres puedan entrevistarse con el cura, algo que está prohibido por el presidente, y también es quien se encarga de enseñar el catecismo a la narradora y a Mario.
La madre de Amalia
Se trata de una anciana que se encuentra senil y postrada. Suele largarse a llorar y repetir frases inconexas sobre fugarse a Guatemala.
La tullida
Se trata de una mujer pobre y tullida que Zoraida suele cuidar.
Ernesto
Es el sobrino bastardo de César. Su tío le ofrece el puesto de maestro en la escuela que debe abrir en Chactajal, y lo lleva a vivir con su familia a la finca. Ernesto admira y odia a César, puesto que este encarna todo lo que él desea ser y no puede por ser un hijo bastardo.
En Chactajal, Ernesto viola a Matilde y luego golpea a un estudiante de su escuela, razón que incita a los indios a rebelarse contra los patrones. Luego del incendio de Chactajal, Ernesto es enviado a la ciudad con un mensaje para el gobernador, pero es asesinado por un nativo en el camino.
Matilde
Se trata de una de las primas hermanas de César. Matilde se mantuvo soltera toda su vida, y cuando su hermana Francisca se encierra en su hacienda, ella escapa y se refugia en Chactajal. Después de ser violada por Ernesto, trata de suicidarse, ya que está embarazada de un bastardo, y al final de la novela, cuando los Argüello abandonan Chactajal, decide perderse en el monte y nadie vuelve a saber de ella.
Romelia
Se trata de una de las primas hermanas de César. Alegando problemas de salud, escapa del yugo de su hermana mayor, Francisca, y se instala en el D.F.
Francisca
Es la mayor de las primas hermanas de César y se hace cargo de la finca de esa rama de la familia. Francisca es una mujer autoritaria que sabe organizar su hacienda y a las familias que viven y trabajan en ella. En la segunda parte del relato, Francisca se encierra en su casa y se convierte en una bruja que suele predecir el futuro a los indios y aconsejarlos. De esta manera, la mujer evita que los nativos se rebelen contra ella y la expulsen de su finca.
El cura
Se trata del párroco de Comitán, que suele presentarse clandestinamente en la casa de Amalia para prestar apoyo espiritual a las mujeres del pueblo. Cuando Zoraida le pide que interceda por su hijo, el cura se enfurece y le contesta que está cansado de que la gente se acerque a Dios solo cuando tiene algo para pedirle.
Doña Nati
Se trata de la madre de Ernesto, una mujer humilde y trabajadora que se quedó ciega muy joven debido al esfuerzo que debía hacer para sustentar a su hijo.
Felipe
Se trata de un indio que se formó en Tuxtla y conoció a Lázaro Cárdenas. Felipe regresa a Comitán con el objetivo de emancipar a la población indígena del yugo del patrón.
Juana
Se trata de la esposa de Felipe. Juana no ha podido tener hijos, y esto es algo que la atormenta. Además, su vínculo con Felipe se encuentra deteriorado, ya que su esposo solo se dedica a la lucha contra el patrón y no se preocupa siquiera por llevar el sustento a su casa.
Jaime Rovelo
Es un terrateniente amigo de César Argüello que se enfrenta a los mismos problemas en su finca.
Gonzalo Utrillo
Es un ahijado de César que se ha convertido en inspector agrario. Se presenta en Chactajal para asegurarse de que César está cumpliendo con sus nuevos deberes y proporciona educación a la población indígena de su finca.
Doña Amantina
Se trata de una curandera que César trae a Chactajal para que la ayude con la enfermedad de Matilde. Amantina comprende que lo que aqueja a la enferma es en verdad su embarazo y le practica un aborto.
