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¿Qué elementos del Santo Domingo resultan inquietantes para Delano en su primer avistamiento? ¿Se trata de elementos racionales o irracionales?
Si bien la descripción del barco está plagada de elementos góticos y comparaciones con objetos y representaciones macabras ―y, por ende, podría pensarse que Delano es víctima de su propia percepción subjetiva del barco―, en realidad, sus inquietudes provienen de indicios racionales: el barco se encuentra en muy mal estado y su falta de dirección clara le da la pauta de que se encuentra con problemas en su tripulación. Luego, descubrirá que esta tripulación ha sido diezmada, supuestamente, por el escorbuto. Esta información fáctica se encuentra casi sepultada por las múltiples descripciones del narrador, por lo cual, si bien las conclusiones de Delano son racionales, en una primera lectura transmite la sensación de tratarse de un barco fantasma.
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¿Cómo influyen los prejuicios de Delano en la comprensión de los eventos a bordo del Santo Domingo?
Como vimos, la narración de Benito Cereno está filtrada a través de la perspectiva subjetiva del capitán Amasa Delano. Esto añade complejidad a la comprensión de los eventos a bordo. La interpretación de Delano, influenciada por sus prejuicios racistas, contribuye a la tensión narrativa. La oscilación entre la confianza ingenua y la suspicacia extrema refleja la lucha interna de Delano entre, por un lado, la culpa racional de sentir temor y, por el otro, el temor mismo, lo que agrega capas de significado a la trama. Por ejemplo, aunque constantemente tiene dudas acerca del extraño comportamiento de Cereno, de los esclavos y de la relación entre Babo con el capitán, pronto descarta sus intuiciones y se culpa a sí mismo tener miedo. Eso hace que todo el tiempo el relato lleve al cuestionamiento acerca de la fiabilidad de la percepción humana, cosa que finalmente Cereno pondrá en palabras al conversar al con Delano: “Hasta ese punto pueden equivocarse incluso los mejores hombres al juzgar la conducta de alguien cuya situación no está al tanto en todos sus recovecos” (p.208).
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¿Cuál podría ser un elemento contundente para aseverar que la mirada de Delano sobre los negros es racista?
Si bien el racismo de Delano no es el más común, debido a que detenta una forma de discriminación que pone al otro en un lugar de inocencia e incapacidad para la maldad, hay un elemento que recorre su discurso que denota la postura deshumanizante sobre los negros: la animalización. Se trata de una metáfora por la cual los negros son, en más de una ocasión, retratados como animales. De esta manera, Delano establece una distancia con ellos que recae sobre el hecho de que no son completamente humanos. Este recurso no es privativo de Melville, sino que recorre la historia, no solo de la literatura, sino de la humanidad, que ha encontrado una y otra vez en la animalización el modo de reducir la categoría humana de los oprimidos.
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¿Cómo se relaciona la figura del nudo gordiano con el enigma general de Benito Cereno?
En la escena del nudo gordiano, Delano observa a un anciano con un nudo en las manos. El nudo representa el enigma que se debe desatar, pero la incapacidad de Delano para comprender la situación señala la complejidad del misterio. Este símbolo contribuye a la tensión narrativa. El mítico nudo gordiano, imposible de desatar, es a su vez lo que atrae la mirada de Delano: “Un nudo semejante no había visto él nunca en un barco estadounidense, ni en ningún otro, en realidad” (p.138). Sin embargo, ante el imperativo del anciano, que le dice “Deshágalo, córtelo, pronto” (ibid.), Delano no puede hacer nada: “Nudo en mano y nudo en mente, el capitán Delano se quedó mudo” (p.139).
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¿Cómo percibe Amasa Delano la falta de liderazgo de Benito Cereno? ¿Qué aporta esa percepción al desarrollo de los eventos?
Si bien Amasa Delano es crítico con respecto a esta carencia de Cereno, generalmente su actitud tiende a ser condescendiente. No alcanza a explicarse cómo un hombre así puede ser capitán de un barco de esclavos, pero, debido a la culpa que le produce su propia suspicacia y los prejuicios sobre Cereno, se llama al silencio. No solo esto, sino que, además, justifica las actitudes del español basándose en la enfermedad extraña que lo aqueja.
Esta percepción habilita la acción a bordo, debido a que, paradójicamente, gracias a la inacción de Delano y su excesiva gentileza y pasividad, su vida no peligra y pueden sucederse las escenas de intercambio entre él y Cereno, Babo, los esclavos y los otros tripulantes. Cereno le hace ver esto a Delano una vez a salvo. Le dice que, de haberse dejado guiar por sus intuiciones más oscuras y actuado en consecuencia, posiblemente ambos hubieran muerto.