En Ceremonia secreta, hay una escena donde el personaje de Cecilia lee un poema en voz alta. Leonides (que entiende el inglés a su manera) comprende que se trata sobre una tal "Anabel Anabelí". No se menciona qué poema es, pero el nombre se repite más adelante, cuando Leonides elige una falsa identidad para encarnar a la prima de Guirlanda: Anabelí Santos. El poema al que alude Marco Denevi se llama en realidad "Annabel Lee", que, pronunciado en español, suena parecido a Anabelí. Se trata de un poema de Edgar Allan Poe, referente indiscutido del gótico y el terror, que tiene todos los componentes clásicos del género.
Además del tono triste y oscuro, "Annabel Lee" comparte con Ceremonia secreta las temáticas del amor puro y la muerte. En efecto, el poema de Poe trata sobre dos niños que se enamoran, pero la niña muere trágicamente. Ese amor trágico es un amor puro, sin connotaciones sexuales, ya que se trata de dos niños. Lo mismo sucede con la novela de Denevi, en la que el amor que se desarrolla entre Cecilia y Leonides es el de madre e hija. Este amor, sin embargo, también es interrumpido por la temprana muerte de la joven. A continuación, el poema de Edgar Allan Poe, traducido al español:
Annabel Lee*
Hace muchos, muchos años
en un reino junto al mar
vivió una doncella que tal vez conozcas
llamada Annabel Lee.
Y esta doncella vivía sin otro pensamiento
que amarme y ser amada por mí.
Ambos éramos niños
en este reino junto al mar
pero amábamos con un amor que era más que amor
yo y mi Annabel Lee
con amor que los alados serafines del cielo
nos envidiaban a ella y a mí.
Y por esta razón, hace mucho tiempo,
en este reino junto al mar
de una nube sopló un viento
que heló a mi amada Annabel Lee.
Y sus parientes de alta cuna vinieron
y se la llevaron lejos de mí
para encerrarla en un sepulcro
en este reino junto al mar.
Los ángeles, descontentos en el cielo,
nos envidiaron a ella y a mí.
¡Sí! Por esta razón (como todos saben
en este reino junto al mar)
el viento salió de la nube por la noche
para helar y matar a mi Annabel Lee.
Pero nuestro amor era mucho más fuerte
que el de aquellos mayores
o más sabios que nosotros.
Y ni los ángeles arriba en el cielo
ni los demonios debajo del mar
jamás podrán separar mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee.
Pues la luna nunca resplandece sin traerme sueños
de la hermosa Annabel Lee
y las estrellas nunca brillan sin que yo sienta los ojos radiantes
de la hermosa Annabel Lee
y cuando llega la marea nocturna, me acuesto justo al lado
de mi amada -mi amada- mi vida y mi prometida
en su sepulcro allí junto al mar
en su tumba junto al ruidoso mar.
* En Poe, Edgar Allan (Arturo Sánchez, Federico Revilla, trad.). Poesía completa. Barcelona: Libros Río Nuevo, 1986.