El 9 de mayo, Mina recibe una carta de Jonathan y espera que regrese en una semana, pero los lectores sabemos que no lo hará (Ironía dramática)
Una gran parte de la novela se estructura en función de la ironía dramática: como el relato comienza con el diario de Jonathan y sus experiencias junto al Conde Drácula, pero luego se traslada a Inglaterra, donde los personajes van a ser acechados por el vampiro sin tener ningún conocimiento sobre él, el lector suele conocer el significado de lo que está sucediendo mucho tiempo antes que los propios personajes.
En este primer giro irónico, Mina lee una de las cartas falsas que el Conde Drácula ha obligado a Jonathan a escribir, y espera con alegría el pronto regreso de marido. Sin embargo, el lector sabe que Jonathan está lejos de poder volver a Inglaterra, y la última vez que escribió en su diario se proponía un intento casi suicida de escape del castillo.
Cuando Mina se reúne con Jonathan, sella el diario de su marido sin saber que allí se esconden las claves, conocidas por el lector, para interpretar lo que le está sucediendo a su amiga Lucy (Ironía dramática)
Cuando Mina sella el diario de Jonathan y promete leerlo solo si en el futuro las circunstancias lo ameritan, no se da cuenta de que está causando un retraso terrible en la investigación sobre lo que le está causando la enfermedad a Lucy. Aquí se presenta nuevamente la ironía dramática: el lector conoce el contenido del diario de Jonathan y solo él sabe que, al sellarlo, Mina se pierde la oportunidad de ayudar a Van Helsing a salvar a Lucy.
Lucy Westenra no presta atención al aleteo en su ventana, ignorando que se trata de Drácula convertido en murciélago (Ironía dramática)
Nuevamente, la ironía se desprende del conocimiento que el lector tiene sobre Drácula, cuya presencia los personajes desconocen. En este caso, Lucy está transitando el punto más crítico de su enfermedad, que no es otra cosa que la posesión de Drácula, y le resta importancia al aleteo de un murciélago en su ventana, sin saber que ese murciélago (Drácula) es la causa de todos sus males.