Narrador protagonista
Es el hijo primogénito de “La Loca”. Es cínico, inconstante, irónico, ateo y está en contra de la reproducción de la especie humana. Dice de sí mismo que él, a diferencia del resto de sus familiare -sobre todo de su hermano Darío- sí tiene remordimientos de consciencia o sensación de culpa por sus actos. Tiene algunos conocimientos de medicina. Siente un profundo rechazo hacia su madre, así como un gran respeto por la memoria de su padre muerto. Se ha alejado de la familia en numerosas ocasiones, pero siempre vuelve a la casa de su infancia cada vez que alguno de sus familiares muere o se encuentra próximo a morirse.
El "Gran Güevón"
Es el hermano más chico del narrador. Suele escuchar música con volumen muy alto. No se involucra en la enfermedad de Darío. Según el narrador, se fue apropiando de toda la casa, habitación por habitación. Se pasa el tiempo conectado a Internet o yendo al gimnasio.
"La Loca"
Es la madre del narrador y de sus numerosos hermanos. Se trata de una mujer aparentemente impredecible, mandona, cómoda, inconstante e irascible. Según el narrador, siempre cree estar teniendo alguna enfermedad y manipula a las personas de su entorno para que hagan todo lo que ella desee. Ha tratado a su propio esposo como una "sirvienta" y se ha operado numerosas veces, atrayendo así la atención de todos los integrantes de la familia. Es una mujer desordenada, sucia y caótica.
Darío
Es el hermano más complice del narrador. Es de inclinación homosexual y se encuentra enfermo de sida, próximo a su muerte. Es el personaje con quien mejor se ha llevado siempre el narrador, y juntos han compartido muchas vivencias divertidas. Asimismo, es un hombre entregado al vicio, ya sea de la marihuana, como del sexo o la cocaína. No tiene consciencia ni remordimientos por sus actos.
La Muerte
En esta novela la muerte aparece personificada como una mujer cruel y burlona. Espera pacientemente para llevarse a los familiares del protagonista. Ya se ha llevado a un hermano de 25 años, que se suicidó con un arma de fuego; también, al padre, un año antes de los acontecimientos que narra la novela, y finalemnte se lleva a Darío, quien ya no logra recuperarse de la desmejora que le provoca el virus del sida.
El padre del narrador
Es un persnaje que ya se encuentra fallecido al presente de la narración, pero el protagonista recupera varios diálogos y vivencias que tuvo con él. Era un hombre optimista, bastante sumiso, que no ha sabido distanciarse de su esposa o hacer que le deje de dar órdenes. Se interesaba por la política como si se tratase de un espectáculo, pero estaba en contra de la corrupción de los gobernantes del país. Era, además, muy honesto y trabajador.