Luego de estar ausente por un buen tiempo de la casa familiar, Fernando vuelve a México. El motivo no tiene que ver con un deseo personal, sino con la necesidad de cuidar de su hermano, Darío, enfermo de SIDA. El amor por su hermano más apreciado, al que la salud lo abandona debido no solo a la enfermedad sino al consumo intensivo de alcohol y drogas, lleva a Fernando a estar pendiente todo el tiempo de este asunto.
Juntos, los hermanos se embarcan en un viaje por sus respectivas memorias y todos los recuerdos que comparten, tanto los divertidos y entrañables, que tienen que ver con fiestas infinitas en la adolescencia y el amor homosexual, como también por recuerdos familiares profundos y difíciles.
Poco a poco, a medida que transcurre el tiempo, hace su aparición la Muerte, que va llevándose a miembros de la familia de Fernando. La Muerte es un personaje central en El desbarrancadero, con el cual Fernando dialoga en más de una ocasión durante el tiempo que cuida de su hermano y es quien se lo llevará finalmente.
