El desierto de los tártaros es una novela publicada en 1940, año en que Italia entra a la Segunda Guerra Mundial como aliada de Alemania. En esa época, Buzzati trabaja como corresponsal de guerra para el periódico Corriere Della Sera, por lo que todo el clima bélico que lo abruma se traduce a su literatura y particularmente al escenario militar de esta novela.
En este contexto, la historia de Giovanni Drogo, el protagonista, puede ser interpretada como una alegoría del hombre contemporáneo, que tiene conciencia del fluir temporal, que está condenado a morir y experimenta esta situación como una angustia inexpresable que se apodera de toda su existencia. Así, el desierto se convierte en un paisaje metafísico que expresa la incertidumbre agobiante de los tiempos que vive la humanidad en la primera mitad del siglo XX.
Por su estilo y sus temas, El desierto de los tártaros remite a las obras de Kafka, que expresan la impotencia humana enfrentada al laberinto incomprensible que es el mundo, a la literatura existencialista, especialmente a la obra maestra de Jean Paul Sartre La náusea (1938), y al surrealismo, por los espacios oníricos que se desarrollan e invaden la realidad de los personajes. En relación a la influencia de Kafka y la originalidad de Buzzati, Jorge Luis Borges ha escrito en un famoso prólogo a El desierto de los tártaros:
El ámbito de las ficciones de Kafka es deliberadamente gris y mediocre y sabe a burocracia y a tedio. Tal no es el caso de esta obra. Hay una víspera, pero es la de una enorme batalla, temida y esperada. Dino Buzzati, en estas páginas, retrotrae la novela a la epopeya, que fue su manantial. El desierto es real y es simbólico. Está vacío y el héroe espera muchedumbres. (Borges, 2007: 560).
Sin embargo, su conexión con otras grandes obras de la literatura no termina allí, sino que se extiende a otros grandes clásicos, como Las cosas, de George Perec y La Montaña Mágica, de Thomas Mann. En todas ellas puede comprobarse una profunda reflexión sobre las formas de estar en el mundo y la relación entre la existencia, la angustia frente al paso del tiempo y el problema de la libertad en un mundo cuyos valores culturales atraviesan una profunda crisis.
El desierto de los tártaros es la novela por la que Buzzati obtiene fama internacional y se consagra como uno de los grandes escritores italianos del siglo XX.
