El Eternauta es la historieta argentina más célebre, y una de las más importantes en el ámbito de producción hispanoamericano. Se publica originalmente en la revista Hora Cero Semanal, suplemento de Editorial Frontera, fundada por el autor, Hector Germán Oesterheld, y su hermano, Jorge Oesterheld.
El 4 de septiembre de 1957 (fecha en la que se celebra en Argentina el Día Nacional de la Historieta) salen las primeras tres páginas de “Una cita con el futuro: El Eternauta; memorias de un navegante del porvenir” en Hora Cero Semanal, y continúa su periodicidad hasta el 7 de septiembre de 1959, que se corresponde con el número 106 de la revista. Francisco Solano López, el dibujante de la historieta, ilustra cada entrega con tres páginas de guion que Oesteheld le manda por correo.
Hacia mediados del siglo XX, las narrativas sobre los posibles avances tecnológicos y la vida en el espacio gozan de gran popularidad por el contexto incierto de la Guerra Fría. Héctor Oesterheld publica dos relatos, entre 1953 y 1957, en la revista Más Allá, una de las primeras publicaciones argentinas sobre ciencia ficción. Su pasión por el género se puede identificar en la fuerte influencia de autores como Isaac Asimov, Herbert Wells y Ray Bradbury en sus obras.
El gran gesto de Oesterheld con El Eternauta consiste relocalizar el escenario de estas historias distópicas: en este caso, la base de operaciones de una invasión alienígena está en Buenos Aires. Además, el "héroe", Juan Salvo, es un hombre común, realista, y recibe ayuda y acompañamiento de muchos amigos a lo largo de la aventura. Esta novedad es analizada por la crítica en términos de la construcción de un "héroe colectivo", que se aleja de los protagonistas típicos de la ciencia ficción, en tanto el futuro de la humanidad, en definitiva, no depende de un único personaje.
Dado su gran éxito, en 1962 se publica la historieta recopilada en tres tomos. En 1975, sin embargo, se lanza una edición unitaria de El Eternauta que es consumida por nuevos lectores a la luz de los sucesos políticos que atraviesa Argentina por esos años, previos a la dictadura cívico-militar que tiene lugar entre 1976 y 1983. En ese momento, Oesterheld es miembro de la agrupación Montoneros, perseguida por el gobierno militar. Junto a Solano López, en 1976, Oesterheld crea El Eternauta II, serializado en la revista Skorpio. El alto contenido político de esta secuela obligan al autor a vivir en la clandestinidad.
Al año siguiente, en 1977, Héctor Oesterheld es secuestrado por el gobierno militar. Al día de hoy, continúa siendo un desaparecido del autodenominado Proceso de Reorganización Nacional. La imagen de Juan Salvo en su traje aislante, desde entonces, se ha convertido en un ícono político para la cultura argentina.
En el año 2000, la colección La Biblioteca Argentina/Serie Clásicos del diario Clarín, bajo la dirección de Ricardo Piglia, incluye El Eternauta entre las obras más importantes del país. Este gesto le otorga un reconocimiento inigualable a la obra de Osterheld y Solano López, así como a la historieta como género literario.
El Eternauta será adaptado a una serie televisiva próximamente, bajo la dirección del argentino Bruno Stagnaro.