El nadador

El nadador Símbolos, Alegoría y Motivos

El alcohol (Motivo)

Desde la primera frase del texto, que describe la resaca generalizada de una comunidad, el alcohol adquiere una importancia desmesurada en "El nadador". El propio Neddy reconoce, a mitad de su recorrido, haber bebido unas cuatro o cinco copas, y pide que lo inviten con alcohol en varias de las casas a las que llega.

En la historia, el alcohol es a la vez un elixir y una droga de dependencia; una bendición y una maldición. Por ejemplo, cuando Neddy tiene frío y se cansa, sabe que una bebida lo rejuvenecerá, lo devolverá a su vitalidad anterior y le permitirá completar su viaje. En este sentido, el alcohol se asocia, como el sexo, con la juventud y el vigor de Neddy, pero, por el otro lado, parece ser el principal causante de su decadencia y confusión.

El viaje (Motivo)

El trayecto de Neddy a su casa es el telón de fondo y la premisa de "El nadador", y se asocia de forma explícita con la estructura mítica del viaje del héroe. El texto está salpicado de imágenes de exploración, aventura y peregrinaje. La original ruta que toma Ned hacia su casa es bautizada por él mismo "el río Lucinda", y en relación a ella el personaje reflexiona sobre la geografía moderna, los mapas y el exotismo.

El clima (Motivo)

El clima en "El nadador" es un motivo importante: el cambio en el tiempo se asocia tanto a la decadencia del personaje como a una transición, en el relato, hacia un tono más oscuro y melancólico.

Al comienzo del relato, el buen humor y la energía del protagonista se asocia con el hermoso día soleado, y el narrador compara al personaje, de hecho, con el verano mismo. No obstante, ya entonces un cúmulo de nubes oscuras se vislumbra a lo lejos, presagiando tiempos más oscuros, y, en efecto, la tormenta que se desate más tarde marcará el comienzo de un cambio de estación y, también, el de la decadencia del personaje y de todo lo que lo rodea.

Las piscinas (Símbolo)

Que el recorrido que Neddy proyecte suponga recorrer kilómetros a través de piscinas privadas condensa un gran valor simbólico: la proliferación de casas suburbanas con jardín y piscina marca el triunfo del sueño americano, que condensa el deseo de una familia tradicional, estabilidad económica y respetabilidad social. Por supuesto, el hecho de que todo el mundo, alrededor de esas piscinas, beba copiosamente sugiere las grietas de ese sueño.

Por otro lado, las piscinas también simbolizan el paso del tiempo: con cada piscina que pasa, Neddy parece envejecer, como si cada trayecto a nado lo acercara un poco más a su muerte.

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