El Otro Cielo Ironía

El Otro Cielo Ironía

El protagonista cree estar accediendo a un mundo de alegría cuando es un mundo de muerte (ironía dramática)

“Todo tenía algo de guirnalda (pero las guirnaldas pueden ser fúnebres, lo comprendí después)”

Con esta cita podemos suponer que el narrador, contando sus vivencias en la Galerie Vivenne pasado el tiempo, accede a una información que no tenía cuando vivía los acontecimientos. Es decir, es como si el narrador se desdoblase en dos: el de antes (el del pasado de lo que cuenta, de alegría) y el de ahora (el del presente que narra el pasado, de término y distancia).

En algún sentido, esta ironía dramática nos presenta el desfasaje de conocimiento que tiene el personaje al vivenciar los hechos y al momento de darlos a conocer.

Ser un buen marido/no contar a la esposa lo que de verdad importa (ironía verbal)

“Irma es la más bondadosa y generosa de las mujeres, jamás se me ocurriría hablarle de lo que verdaderamente cuenta para mí, y en esa forma llegaré alguna vez a ser un buen marido y un padre cuyos hijos serán de paso los tan anhelados nietos de mi madre”

Con estas palabras del texto podemos ver que el protagonista desliza una sutil burla hacia la institución matrimonial como aquella en la que no se trata de honestidad sino de ocultamiento. Si bien reconoce las buenas cualidades de Irma, que en ese momento es su novia, pues aún no se han casado, comenta irónicamente que una buena cualidad como marido sería la de la deshonestidad, incluso que un buen padre es aquel que también sabe mentir.

Esta sutil ironía verbal nos muestra la crítica que el narrador, y tal vez el mismo escritor, presentan contra el acto irreflexivo de casarse como impulso de pertenecer a la mediocridad de una clase social y no como acto de amor entregado y genuino.

El protagonista pretende algo que por su misma condición no podrá lograr (ironía situacional)

“[preservativo] que no tendría la menor oportunidad de utilizar con tan poco dinero y tanta infancia en la cara”.

De algún modo, en este pasaje podemos observar un joven cuya mismo rostro de inmadurez porta la ironía situacional que le impide vivenciar aquello mismo que él querría, que es estar con otras mujeres, en medio del barrio de la prostitución, cuando aún es muy joven para que lo acepten realmente como hombre preparado para tal acto.

Ternura de perder la inocencia (ironía verbal y dramática)

“Todavía hoy me cuesta cruzar el Pasaje Güemes sin enternecerme irónicamente con el recuerdo de la adolescencia al borde de la caída”

Por un lado, el mismo personaje explicita que se encuentra vivenciando una ironía, por el otro podemos observar que la sola idea de observar con ternura ("enternecerse") ante la adolescencia "al borde de la caída" parece más bien una repetición con distancia de un discurso ajeno del cual toma distancia. ¿Cuál adolescencia está "al borde de la caída" si todos los adolescentes, en algún punto, desean encontrarse con experiencias sexuales que lo hagan madurar? Es como si la ternura no fuera la palabra realmente adecuada para un acto tan llano y carnal, pero igualmente el protagonista la usa, y sabiendo que su uso es irónico.

Conocimiento limitado del viaje en el tiempo por parte del protagonista (ironía dramática)

El narrador protagonista parece no percatarse de que viaja en el tiempo y de que eso tiene un tiempo limitado y misteriosas razones por las que ocurre. Por lo tanto, sueña con volver a encontrar a Josiane, incluso después de casarse, cuando el aparente tiempo de 'fantasía' ya se ha terminado para él. Pareciera que se trata de haberse debatido entre dos mundos, y no darse cuenta de que solo uno es posible para él.

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