Resumen
Un mes después, Dorian visita a Harry y encuentra a su esposa en la casa. Ella se complace de conocer al hombre de quien su esposo tanto se ha ocupado últimamente. Después del comentario de Dorian de que uno está obligado a entablar una conversación cuando la música que suena es mala, ella comenta que "ese es un pensamiento de Harry (...). Siempre oigo por sus amigos los pensamientos de Harry. Es la única forma que tengo de saber de ellos" (56). Harry llega y su esposa, entonces, sale. Harry le dice a Dorian que nunca se case con una mujer tan sentimental como su esposa, rasgo que él atribuye a la blancura de su cabello.
Dorian comparte con su nuevo amigo la noticia que lo ha llevado hasta allí: está enamorado de una chica llamada Sibyl Vane. Se trata de una actriz que interpreta a las jóvenes protagonistas de todas las obras en un teatro dedicado exclusivamente a obras de Shakespeare. El teatro y el resto del elenco son de muy mala calidad, pero Sibyl es aparentemente una actriz brillante e increíblemente hermosa. Dorian fue al camarín para encontrarse con ella después de la tercera función a la que asistió, y descubrió que ella no es consciente de su propio talento. Además, ella no parece ser del todo capaz de separar la vida real de la del escenario. Le cuenta también a su amigo que ella prefiere llamarlo "Príncipe Encantador" porque, en palabras de Dorian, "ella me juzgó simplemente como un personaje de una obra. Ella no sabe nada de la vida" (62). Esta pureza e ingenuidad es indescriptiblemente encantadora para Dorian: está locamente enamorado y le dice a Harry que adora a Sibyl y que ella es lo único que le importa.
Dorian convence a Harry de ir con él para verla interpretar a Julieta en la función del día siguiente. Dice que invitará también a Basil. Al mencionar el nombre del pintor, Dorian comenta que se siente culpable por haberlo ignorado durante semanas, ya que aprecia el magistral retrato que pintó, a pesar de estar "un poco celoso del cuadro porque es un mes más joven que yo" (64).
La conversación gira hacia el carácter de los artistas, y Henry insiste en que cuanto mejor sea el artista, más opaca será su personalidad, y que solo vale la pena pasar tiempo con artistas verdaderamente malos. Dorian finalmente se despide. Más tarde esa noche, Harry regresa a su casa para encontrar un telegrama de Dorian informándole que él y Sibyl están comprometidos para casarse.
Análisis
Este capítulo describe un momento clave en el desarrollo de la personalidad de Dorian. Henry no está celoso de la fascinación de Dorian con otra persona, pero presta mucha atención a la percepción de Dorian de su propio estado emocional. Reconocer su influencia sobre el muchacho le trae "una mirada de placer en sus ojos de ágata marrones" (65). Es como un artista que admira orgullosamente su obra. Las ideas de Henry quedan en evidencia con la afirmación de que "una personalidad compleja (...) era, a su manera, una verdadera obra de arte" (65). Las creencias de Henry se expresan en la voz del narrador. Esta técnica, llamada "discurso indirecto libre", es utilizada por Wilde con frecuencia.
La naturaleza del amor de Dorian refleja la devoción de Henry hacia la vida en tanto arte. Sibyl es descrita como casi completamente desprovista de su propia personalidad, capaz de comportarse únicamente como si estuviera en una obra de teatro. Dorian está enamorado de los personajes que ella interpreta, de su talento y de su belleza, pero no de ella. Valora todo lo superficial que hay en ella, como se revela cuando ella trata, de hecho, de mostrarle su verdadero yo.
Al principio de su conversación, después de decirle a Henry cuánto atesora sus palabras y confía en su juicio, Dorian afirma: "Si alguna vez cometiera un crimen, vendría a confesártelo a ti. Tú me comprenderías" (61). Esto presagia claramente eventos posteriores en la novela, y constituye también un indicio del comienzo de la degradación de Dorian. El joven, inocente y de buen corazón hace un mes, está considerando sin más acciones criminales en aras de experimentar una nueva sensación, sin pensar en la posibilidad de una conciencia culpable.
Dorian critica a Sibyl por tratarlo como al personaje de una obra de teatro, pero es ciego al hecho de que se ha enamorado, de hecho, de los personajes que ella interpreta, y que en verdad apenas conoce a la muchacha. Dorian ha comenzado a dedicarse de todo corazón a los ideales artísticos, asumiendo erróneamente que son su realidad. De hecho, cuando Sibyl comienza a mostrar un destello de su verdadera personalidad, detrás de sus personajes, la reacción de Dorian no es muy agradable. Antes de eso, no obstante, ni siquiera duda en proponerle matrimonio a una chica que apenas conoce. Esto es un testimonio de su errónea devoción al arte y al artificio.
Henry se da cuenta del error de Dorian, pero en lugar de señalárselo en pos del bienestar de su amigo, anticipa lo que se divertirá observando las repercusiones. El floreciente egocentrismo de Dorian es una manifestación exitosa de la influencia de Henry. Curiosamente, este es el primer capítulo en el que Dorian tiene más líneas de diálogo que Henry. Hasta este punto, hemos sido testigos de las reacciones de Dorian solo a través de los ojos de Henry y de comentarios narrativos. Dorian recién comienza a ponerse en el centro de la escena una vez que su corrupción está en marcha.