El Gringo Viejo quiere morir luchando por la Revolución y muere siendo fusilado (ironía situacional)
Si bien el protagonista de la novela busca morir en combate, luchando junto a los soldados mexicanos, apoyando su causa libertaria, termina muriendo en un fusilamiento que nada tiene que ver con la lucha en sí misma. Como venganza por el comportamiento del General Arroyo, el Gringo Viejo le quema unos documentos muy importantes, y a su vez, Arroyo lo manda fusilar por esta razón. En este sentido, si bien muere a mano de ellos, el Gringo obtiene algo bastante contrario a lo que buscaba: no consigue que su muerte tenga un sentido político directo.
Gringo Viejo cree que Harriet le ama, pero ella termina teniendo relaciones con Arroyo (ironía dramática)
Podríamos decir que en este punto encontramos una doble ironía dramática, debido a la ignorancia del Gringo Viejo. Por un lado, cree que el afecto que le tiene Harriet es de índole romántico, así como él se encuentra enamorado de ella, si bien es mucho más joven. Por otro lado, ignora que Harriet es forzada por el General Arroyo a tener relaciones con él y que la única razón por la que ella accede es precisamente para cuidar la vida del Gringo, para que el General no lo lastime, dado que le tiene un gran cariño, aunque no sea de tipo romántico.
Los pobladores mexicanos llaman "general" al Gringo Viejo cuando en realidad piensan que es muy viejo para serlo (ironía verbal)
"-Conque tenemos un general gringo con nosotros".
Si bien el Gringo Viejo se gana un lugar en las filas de los soldados revolucionarios mexicanos, debido a la puntería con que maneja la pistola que le ofrece el General Arroyo, igualmente todos piensan que es muy viejo para luchar con ellos. Lo reciben con alegría una vez que lo incluyen, pero no dejarán de tratarlo con cierta ironía, dada la peculiaridad de su objetivo: morir por mano de los mexicanos, luchando con ellos, aún siendo él mismo de origen estadounidense y con una edad avanzada ya para formar parte de filas revolucionarias armadas.
