La Revolución como motivo
La Revolución Mexicana liderada por Pancho Villa constituye el trasfondo histórico político de todos los hechos de la novela. México intenta liberarse del yugo estadounidense impuesto hace décadas y el Gringo Viejo, a pesar de ser norteamericano, quiere colaborar con esta liberación.
Todos los personajes implicados poseen alguna participación en la revolución, ya sea más o menos directamente. La inestabilidad social y económica aparece comúnmente en los diálogos entre los personajes, así como en las reflexiones internas del protagonista.
La muerte como motivo
De principio a fin, la muerte toma un lugar protagónico en la novela. No solo en términos concretos, sino también figurados. El escritor retirado afirma haberse dirigido a México con el objetivo de morir en manos de soldados mexicanos revolucionarios. A su vez, muchos dicen que de alguna forma él ya se encontraba muerto, debido a que su mujer y sus hijos habían fallecido y esto le provocaba un desinterés por su propia vida. Al mismo tiempo, Arroyo acaba matando al Gringo porque este, en venganza, le quema unos documentos importantes y, por su lado, Pancho Villa mata a Arroyo por este accionar.
Desapego como símbolo del compromiso
Encontramos este símbolo de modo explícito hacia el final de la novela, cuando Pancho Villa le explica a la viuda de Arroyo que la Revolución implica un compromiso tal que debe quedar a un lado el deseo de regresar al hogar. En este sentido, entendemos incluso la actitud del Gringo Viejo, a la luz del hecho de que él ya no sentía que tenía un hogar en Estados Unidos, debido a la muerte de su esposa y de sus hijos, así como al alejamiento de la única hija que le quedaba con vida. Quizás por esta razón pudo cruzar la frontera y dedicar el resto de su vida a participar de una lucha política de tal envergadura.
Cruce de fronteras como símbolo de unión
Tal como se puede observar en los otros ítems de esta sección, la novela realiza un gran hincapié en el cruce de frontera que realiza el Gringo, así como también lo ha hecho Harriet. Dos personas que son estadounidenses deciden participar de la vida de México como si se tratase de su propio hogar. El Gringo Viejo, sobre todo, posee una motivación personal, pero también política para hacer lo que hace. Así como su padre ha participado de la invasión mexicana en el pasado, ahora él decide participar de su liberación. De esta manera, la novela, escrita por un mexicano como lo es Carlos Fuentes, coloca en escena el hecho de que las fronteras entre países no tienen por qué ser tan rígidas y que es más importante el vínculo entre las personas, sin importar su nacionalidad.