La narración se cuenta desde la perspectiva de Harriet Winslow como una mujer mayor que recuerda acontecimientos del pasado. Aunque la historia es ficticia, se centra en la supuesta vida del escritor estadounidense Ambrose Bierce durante sus últimos días. Se desarrolla con el telón de fondo de la Revolución Mexicana, cuando el autor desapareció tras viajar a México. En la novela, Bierce se traslada a ciudad Juárez como observador y periodista para ser testigo de la guerra revolucionaria. Ofrece un cierre a la vida del influyente escritor a la vez que aborda la relación entre Estados Unidos y México.
Durante este periodo se está produciendo la revolución, y uno de los ejércitos de Pancho Villa dirigido por Arroyo como general ocupa la hacienda. Arroyo creció en la hacienda como hijo del patriarca de los Miranda y de uno de los criados. Aunque tiene derecho sobre la propiedad, opta por abrazar su lado materno y, por tanto, a los campesinos del lugar. Mientras tanto, Bierce se instala en la propiedad con la esperanza de unirse al ejército revolucionario. Arroyo fuerza una relación sexual entre él y Harriet tras amenazar con matar al viejo gringo. Bajo el cuidado de Harriet, Bierce se enamora de la maestra americana, pero su relación se transforma en algo diferente. El viejo gringo llegó a la guerra para buscar la muerte tras una relación fallida con su familia, mientras que Harriet creció con un padre distanciado. Las extrañas relaciones entre los tres personajes provocan fricciones que llevan a la muerte del viejo escritor.
La colisión entre los tres personajes pretende abordar la relación entre el pueblo mexicano y el estadounidense. Arroyo y Bierce anhelan el amor de esta única mujer, a la vez que demuestran sus críticas y opiniones mutuas. Así, explora la brecha cultural que separa la experiencia y las identidades de ambos países. La novela destaca las experiencias históricas de los mexicanos para subvertir los estereotipos y las suposiciones que tienen los forasteros.
