Resumen
I
Mattie's Rumble Inn es una combinación de bar y almacén que tiene una clientela mayoritariamente de color. Jones está sentado en la barra, quejándose sobre su situación laboral en Noche de Alegría con el dueño del bar, el señor Watson. Dice que su pequeño salario no le permite vivir una vida decente y que se siente atrapado, ya que renunciar implica arriesgarse a ser arrestado por las leyes de vagancia. Afirma: “Esto es la esclavitú moderna” (2015:141).
El dueño del bar le recomienda que haga un pequeño sabotaje: “Es la única forma de luchar contra esa clase de trampas” (2015:141). Dice que, por ejemplo, la criada mal paga echa demasiada pimienta a la sopa como una forma de sabotaje. En ese momento, otra persona sentada en la barra comenta que en su trabajo en Levy Pants están planeando un gran sabotaje. Dice que un “blanquito grande” (2015:142) les ha dicho de tirar una bomba y volar la empresa. Cuando este hombre menciona que el blanquito usa una gorra de cazador, Jones reconoce que está hablando de Ignatius. Le advierte al trabajador de Levy Pants que ese hombre está siendo perseguido por la policía.
II
Ignatius ha organizado una huelga en Levy Pants para demandar una suba de salarios para los empleados de la fábrica. Ignatius piensa que Myrna se pondría celosa al enterarse de su involucramiento con una causa social.
Ignatius llega a la fábrica con una cámara para documentar la jornada. Les dice a los empleados: “Dejaremos tras nosotros una fábrica saqueada y destruida, hemos de responder al fuego con el fuego” (2015:146). Les muestra una bandera fabricada con la sábana sucia de su cama que dice “Cruzada por la dignidad mora”. Los trabajadores se muestran asqueados por la suciedad de la sábana.
Bajo su orden, algunos comienzan a cantar canciones católicas y marchan hacia la oficina del señor Gozález. A Ignatius se le cae la cámara y se rompe contra el piso. Se dirige a González, que está confundido, y le pregunta si va a ayudar a la gente. Antes de que pueda responder o entender lo que está sucediendo, Ignatius dice “¡Al ataque!” (2015:151). Este comportamiento les parece injusto a los trabajadores, porque Ignatius no le da a González la oportunidad de responder. Este problema, más el rumor de que Ignatius está siendo buscado por la policía, conduce a la finalización de la manifestación.
III
El patrullero Mancuso se queda encerrado en un cubículo del baño de la estación de buses. Golpea la puerta y grita pidiendo ayuda.
IV
Ignatius es despedido por el señor Levy. Planea pasar la semana en cama para recuperarse, pero su madre quiere que busque otro trabajo. Ignatius considera que “Fortuna ha decidido, al parecer, iniciar otro giro hacia abajo” (2015:154).
V
El señor Levy regresa a su mansión después de despedir a Ignatius y le cuenta a la señora Levy sobre los últimos eventos en la fábrica. Le explica que ha despedido a Ignatius porque les ha dicho a los empleados que están mal pagos y trabajan demasiado. La señora Levy está sorprendida y horrorizada por el modo en el que su marido ha despedido a un “joven idealista” (2015:158) que solo buscaba cuidar los intereses de los pobres trabajadores negros. Le dice a su marido que sus hijas -Susan y Sandra- se escandalizarán cuando ella les cuente sus acciones en la fábrica. Lo amenaza: le pide que lleve a la señorita Trixie a la mansión a cambio de no contarle a sus hijas sobre el despido. El señor Levy se queja, pero acepta.
Análisis
En el sexto capítulo reaparece el tema de la esclavitud moderna. La conversación entre Jones, el dueño del bar -el señor Watson- y el trabajador de Levy Pants revela que los personajes de color no son impotentes y pueden luchar por sus derechos. Se discuten dos posibles métodos de protesta. En primer lugar, Jones y el señor Watson hablan sobre sabotajes como métodos de venganza. Consideran que las posibilidades de perder sus empleos de este modo son altas. Además, las chances de conseguir otro empleo son muy desalentadoras, y existen muchos riesgos si no tienen trabajo. En el final de la novela se develan las consecuencias de este tipo de sabotaje.
En segundo lugar, el trabajador de Levy Pants revela otra estrategia de resistencia disponible: la manifestación masiva y la protesta. Si los trabajadores se unen y demandan mejoras laborales podrían llegar a superar las condiciones esclavistas a las que han sido sometidos. Pero al igual que los sabotajes, las protestan conllevan riesgos. Pueden simplemente fallar, como en el caso de la “cruzada por la dignidad mora” (2015:147), y los trabajadores pueden sufrir represalias de los empleadores. El punto clave que aparece en este capítulo, sin embargo, es que los personajes afrodescendientes pueden discutir mecanismos y herramientas para desarticular la esclavitud moderna. Es decir, los trabajadores tienen la capacidad de decidir si protestar pacífica o violentamente. Más allá de que en este caso proceden con violencia guiados por Ignatius, ven la injusticia en arremeter contra su empleador sin darle la posibilidad de responder. Además, la posibilidad de que Ignatius sea un criminal -por el rumor de que está siendo buscado por la policía- debilita el consenso de los trabajadores respecto de la protesta.
Para comprender la protesta orquestada por Ignatius es necesario reponer que las cruzadas son guerras religiosas que se llevan a cabo en la Edad Media. La iglesia católica realiza campañas militares para luchar contra los creyentes no católicos y para expandir la fe cristiana sobre los moros, pueblos musulmanes del norte de África. En sintonía, el intento de revolución que organiza Ignatius tiene un importante componente religioso: les pide a los trabajadores que canten canciones religiosas y lleva una cruz con la inscripción "dios y comercio" (2015:121).
Es significativo cómo esta protesta pone en tensión las creencias del protagonista. Durante la novela ha criticado el consumismo y menospreciado a aquellos que se esfuerzan por lograr el éxito financiero. En el capítulo 5 ha descrito “el asqueroso espectáculo de la ascensión de los negros al seno de la clase media” (2015:135) y ha pregonado que “todos vosotros seríais más felices en la Edad Media” (2015:142), reforzando su medievalismo y su oposición al comercio moderno. En contraposición, durante la protesta, se dispone a filmar el suceso con la intención de vender el video. Menciona que esa filmación podría tener un valor comercial e informa a los obreros que, "en alguna fecha futura, podremos conseguir todos algunos ingresos adicionales alquilando esta película" (2015:148). Este énfasis en el valor monetario del video es inconsistente con sus reiterados ataques al consumismo.
Del mismo modo, el intercambio entre Ignatius y el señor González contradice sus supuestas “firmes y profundas convicciones respecto a la acción social” (2015:150). Si realmente buscase conseguir mejoras en las condiciones laborales, hubiese entablado negociaciones con el gerente de la oficina en un intento de persuadirlo para que pague salarios más altos. En cambio, no deja que el señor González responda e imprudentemente grita “¡Al ataque!” (2015:151) antes de cualquier negociación. Ignatius está más preocupado por generarle envidia a Myrna que por conseguir cambios en el ambiente laboral.
Por otro lado, se evidencia en este capítulo que los motivos de Ignatius no son altruistas. Además de los motivos económicos, lleva una filmadora para poder exhibir la jornada a Myrna, en una especie de competencia con su ex-novia. Dice que “A Myrna se le atragantaría el exprés cuando viera aquello” (2015:148).
De todos modos, Ignatius no es el único personaje que dice que quiere ayudar a otros cuando en verdad explota a los demás para conseguir beneficios personales. La señora Levy se desespera porque la señora Trixie vaya a la mansión para poder continuar su propio proyecto filantrópico. Queda claro que, a pesar de sus repetidas afirmaciones sobre los beneficios que recibe la señorita Trixie, está principalmente tratando de mantener su posición de dominio sobre el señor Levy.
Finalmente, en este capítulo se vuelve evidente una técnica que se utiliza repetidamente en la novela: la elipsis. Este recurso narrativo consiste en suprimir acontecimientos de la linealidad temporal del relato. Es un modo eficiente de hacer avanzar la trama. Por ejemplo, en la primera parte del capítulo, los lectores conocen que Jones consigue “un trabajo con un pájaro” (2015:140) en Noche de Alegría. En el capítulo anterior, Darlene le ha aconsejado a Lana Lee que sumasen un animal al bar. Le dice que varios bares de la zona tienen una especie de mascota y Lana se niega. El narrador no muestra cuando Lana Lee acede a conseguir un pájaro, elude esa escena y continúa con la siguiente.
