Las partículas elementales, segunda novela de Michel Houellebecq, se publica en 1998 y es considerada una de sus obras más importantes.
La novela presenta una historia enmarcada: sus páginas están dedicadas a la vida de dos hermanos, Michel y Bruno, entre 1956 y 2009, y el relato está atravesado por reflexiones en torno a la filosofía, la cultura, las ciencias y la política en la sociedad occidental europea. Sin embargo, al final del relato se revela que el narrador es un post-humano, una especie de hombre creado en el laboratorio mediante las técnicas de clonación desarrolladas entre el 2009 y el 2030 gracias a las teorías de Michel.
Los post humanos son una nueva especie de humanos que han logrado dejar atrás la naturaleza individual y egoísta de sus predecesores: como todos comparten el mismo código genético, sin modificaciones, conforman una cadena viva en la que no existen las ambiciones individuales. Además, la eliminación de la reproducción sexual ha suprimido, en el transcurso de pocas décadas, las frustraciones propias de los humanos del siglo XX.
La vuelta de tuerca que produce el final de la novela sobre el argumento general ha llamado la atención de la crítica especializada, y si bien Michel Houellebecq no es un autor de best sellers a nivel mundial, ha logrado convertirse en una de las figuras contemporáneas más importantes del panorama literario francés y europeo. A decir verdad, su obra es motivo de numerosos análisis desde la sociología, la filosofía y la literatura, y el complejo pensamiento de Houellebecq sigue siendo motivo de acalorados debates.
Las partículas elementales, publicada por la editorial Flammarion fue un fenómeno editorial en 1998, y la crítica llegó a compararla Un Mundo feliz de Aldous Huxley, y La montaña mágica de Thomas Mann. La clave del éxito de Houellebecq -y, a su vez, uno de los motivos principales de las críticas levantadas en su contra- radica en los temas que aborda. Como él mismo expresó en uno de sus poemas, ‘Golpear donde más duela’:
“Toda sociedad tiene sus puntos débiles, sus llagas. Meted el dedo en la llaga y apretad bien fuerte (...) Hablad de la muerte y del olvido (...) Sed abyectos: seréis verdaderos”. (Houellebecq, 2017)
Las partículas elementales es un ataque a los protagonistas del Mayo del 68 o Mayo Francés, y los ideales libertarios que promovieron -que son la causa de la individuación social y el egoísmo que frustran a la sociedad contemporánea- en Francia y en Occidente. Los personajes principales, Michel, un científico determinista que ha abandonado su sexualidad, y Bruno, un profesor de letras obsesionado con la satisfacción de sus deseos sexuales, son hijos abandonados por una madre que eligió una vida individual y libre.
A la dura crítica social, se suma el humor sombrío y desesperado de Houellebecq para completar un relato agobiante en el que la frustración y el fracaso de toda vida humana compone el principal decorado.
