El doctor que le prescribe medicamentos a Lautaro para resolver sus problemas de percepción busca alterar la suya constantemente (Ironía situacional)
El médico le da a Lautaro sedantes para que no pierda la dimensión real de las cosas. Ve como un problema serio el hecho de que el viejo se aleje de la realidad. Sin embargo, irónicamente, él mismo no soporta la realidad del pueblo tal cual es, y bebe coñac constantemente, inclusive en horas de trabajo, con tal de alterar su propia percepción.
En "Los refugios", Ariadna no puede dormir por los gritos de afuera, pero logra hacerlo cuando los revolucionarios llegan a dinamitar el museo donde ella está (Ironía situacional)
Los jóvenes rebeldes le dan miedo a Ariadna, y por eso mismo no se une a ellos y se refugia en el museo. Resulta irónico que ella no pueda dormir debido a los gritos de afuera, que la hacen estremecer, y que, al mismo tiempo, solo cuando los jóvenes finalmente alcanzan el museo y lo llenan de dinamita para volarlo Ariadna pueda tranquilizarse y conciliar el sueño.
